Specialized

Valkenburg, Florencia y... Ponferrada. En el equipaje del Specialized Lululemon aparecen los nombres de estas tres ciudades como protagonistas de su exitoso trayecto, el de una escuadra que contra el crono afianzó en la capital berciana su hegemonía mundial.

Con un sexteto compacto (Blaak, Brennauer, Canuel, Small, Stevens y Worrack) las norteamericanas aparecían como las rivales a batir. En pocas ocasiones habían mostrado fisuras en su bloque y ayer no iba a ser menos. No en vano en juego estaba la corona por escuadras que en sus dos anteriores apariciones en un Mundial había tenido el mismo dueño, precisamente el Specialized. Con la única amenaza del Rabo Liv de una de las más grandes del ciclismo, la holandesa Marianne Vos, el Specialized no dudo en mostrar sus cartas desde la mima salida de la contrarreloj. Worrack, Small y Stevens se encargaron de poner el ritmo a la escuadra americana que apenas consumido un tercio de la competición ya gozaba de 16 segundos respecto al Rabo Liv y más de una veintena con el Orica australiano.

Con un pedaleo consistente y la aportación de las seis integrantes del equipo lejos de relajarse las hasta ayer bicampeonas mundiales fueron ganando incluso un mayor margen de seguridad. De 16 segundos su renta con el Rabo Liv se había ampliado a los 40 mientras que el Orica se iba a casi el minuto.

Con esa situación el podio parecía sentenciado, y casi también la ubicación de sus tres inquilinos. Poco importaba al Rabo Liv que una de sus pilares, Vos, se quedara rezagada por un fallo mecánico y que una segunda integrante se descolgara a falta de completar los últimos kilómetros.

Con el Specialized volando hacia su tercer entorchado mundial la situación de carrera iba a variar a poco más de un kilómetro para poner punto y final. Con el Orica asegurando el podio el siguiente en llegar tenía que ser el Rabo Liv. Parecía segura su plata aunque al afrontar la última rotonda una de sus integrantes se enganchaba en una valla provocando la caía del resto de compañeras. Ahí se acabó la historia para ellas. No para un Specialized que volvió a tocar la gloria.