Diario de León

GIMNASIA RÍTMICA

«Izmir ha sido mi mejor Mundial, el que más he disfrutado»

Carolina Rodríguez disfrutará de pocos días de descanso. En octubre, la leonesa viajará a Italia para tomar parte en la Liga transalpina de clubes en la que será una de las atracciones y un refuerzo de lujo para su equipo.

Carolina Rodríguez sigue en un gran nivel de forma.

Carolina Rodríguez sigue en un gran nivel de forma.

León

Creado:

Actualizado:

—¿Qué sensaciones le deja el Mundial?

—Muchas y todas muy positivas. Probablemente a pesar del fallo en el cuarto día he podido disfrutar de un Mundial muy especial. Ha sido el mejor, sin lugar a dudas, tanto en el aspecto deportivo como en el emocional. Ver que intentar hacer las cosas y que te salen bien es fantástico. Dar lo máximo y notar que es lo máximo, que ahí es donde has mostrado lo mejor de ti. Como ejemplo pongo el ejercicio de cinta que me valió el pase a la final de ese aparato. Creo que no he sentido nunca que lo había hecho tan bien.

—¿Esperaba llegar tan alto?

—Siempre intentas dar lo mejor de ti. En mi caso el Mundial era la oportunidad para probarme, para saber si la decisión de seguir había sido la idónea. No voy a negar que siempre quieres estar lo más arriba posible pero en este caso para mí lo importante eran las sensaciones, disfrutar con lo que hacía. Y lo he hecho. También es cierto que el campeonato ha sido duro, en ciertos momentos extenuante dado que eran cinco días al máximo nivel, pero esa sensación de satisfacción con lo que haces supera las dificultades. Respecto al puesto reconozco que mi prioridad no era estar entre las diez mejores. Sabía que enfrente tenia rivales muy duras y que las jueces iban a castigar cualquier fallo mío de manera muy rigurosa. Pero luego en la competición todo ha salido muy bien. Y ahí ha tenido mucho que ver el trabajo que llevo realizando de atrás, de los entrenamientos y de la aportación imprescindible de mi entrenadora Ruth.

—Llegar a los 28 años y hacerlo entre las mejores es algo que parece una proeza, ¿cómo se consigue?

—Son muchas cosas, el sentir que aún puedes disfrutar de este deporte, que puedes hacer cosas y que eres capaz de luchar con las mejores. La experiencia también es un grado y eso me ha ayudado en ciertos momentos cuando alguna cosa no salía como esperaba. Siempre lo he dicho, cuando me vea que no disfruto y no puedo estar adelante lo dejaré. Y creo que aún puedo hacer cosas. Lo de los 28 años sé que no es habitual pero con trabajo e ilusión sigo ahí. También ha tenido mucho que ver para que haya decidido seguir hasta los Juegos de Río 2016 la aportación de Drasanvi como patrocinador personal.

—¿Ha llegado a su límite o aún veremos hasta los Juegos una mejor Carolina?

—A nivel físico creo que he llegado a mi límite. Este año incluso he acudido al Mundial con problemas en el tendón de Aquiles. La gimnasia es muy exigente y notas que van pasando los años y pesando los esfuerzos. A nivel deportivo no lo sé. No me esperaba llegar tan alto este Mundial y al final acabe décima en la final y con una nota muy alta. Si llega a ser el próximo ya tendría aseguraba plaza para los Juegos. Precisamente el reto es poder igualar o estar cerca de lo que he hecho en Izmir. Si ocurre eso los Juegos, mi reto, estarían asegurados.

—¿Cómo ven las gimnastas de las ex repúblicas soviéticas que una gimnasta que no es de su ‘escuela’ les haga frente?

—Tengo muy buena relación con ellas. Eso sí, la competición es la competición, pero somos deportistas y en su caso siempre han sido muy amables conmigo. Incluso parece que me han aceptado dentro de su círculo a pesar de que puedan verme como una competidora.

—¿Cómo ha influido el hecho de poder entrenar en el Ceard?

—Ha sido un paso adelante. Hasta no hace mucho las condiciones para entrenar no eran las óptimas pero con la posibilidad que nos han dado, especialmente su director Daniel Mateos, la calidad y aprovechamiento de los entrenamientos ha aumentado mucho. Todo influye y el pode entrenar mejor también repercute en la competición.

—En este Mundial ha estado acompañada por Sara Llana, otra gimnasta de la escuela del Ritmo y Ruth Fernández.

—Ha sido emocionante comprobar como la gimnasia leonesa no sólo es Carolina. Sara no es ya el futuro, es el presente a pesar de que tiene 17 años. Muchos la comparan conmigo aunque cada una tiene su personalidad, pero sin duda va camino de hacer cosas excepcionales. Prueba de ello es que en el Mundial ha cautivado a más de una entrenadora con su calidad, expresividad y dulzura.

tracking