«Me voy porque el club no ha respetado mi decisión de apartar a un jugador del equipo»

David Pérez presentó su dimisión como entrenador del Puente Castro de la División de Honor Juvenil al término del partido que disputó el pasado sábado ante el Colegio Diocesano en tierras extremeñas.

—¿Por qué dimitió como entrenador del Puente Castro?

—Por falta de apoyo. Tomé unas decisiones y no se han respetado, siendo éste el detonante de lo que ha estado pasando semana tras semana que culminó con un enfrentamiento dentro del cuerpo técnico.

—¿A qué se refiere?

—Tenía que haber tomado antes esas decisiones, pero no lo hice y como tal asumo mis errores y creo que mi marcha es lo mejor para el equipo.

—¿Qué discrepancias y con quién las tuvo para llegar a esta decisión tan drástica?

—El padre de un jugador vertió unas acusaciones muy graves sobre mi comportamiento que no puedo admitir. Llegó a tildarme de ventajista y de que sólo jugaban mis amigos y sin entrenar, asegurando que su hijo era el mejor y tenía que jugar siempre y si no era así que lo sacaría del club. Ante esta circunstancia pregunté al jugador si estaba de acuerdo con el comportamiento de su padre y me aseguró que totalmente, motivo por el que decidí darle la baja. Al haber jugado en División de Honor ya no podía jugar en otro equipo del club. Tras hablar el viernes antes de enfrentarnos con el Atlético de Madrid con el director deportivo, éste llegó a la conclusión de que había que darle la carta de libertad al jugador, a lo que no me opuse, dando por zanjado el incidente, pero mi sorpresa llegó al miércoles siguiente cuando llegué a entrenar y el citado jugador estaba allí. Tras hablar de nuevo con el director deportivo éste me dijo que no se iba a echar al jugador de la entidad, corroborando sus intenciones el presidente del club, decidiendo a raíz de estos hechos mi marcha, aunque esperé al sábado porque no había tiempo para sustituirme.

— ¿Decepcionado con la junta directiva?

—No, con la directiva no. Siempre tuve su apoyo, sobre todo en el día a día, y sólo puedo tener palabras de agradecimiento para las personas que integran la misma, sobre todo Isidro Ferrero, por haber confiado en mí para este nuevo proyecto del equipo en División de Honor.

—¿Se ha sentido respaldado por la dirección deportiva o por ahí han llegado los problemas?

—Nunca. El director deportivo ha sido el problema principal, dejando a un lado los dimes y diretes que hay en todos los clubes. Yo tomo una decisión y no se me respalda, a pesar de que tras una reunión que tuve con él me aseguró que ya estaba todo zanjado, pero no fue así.

—¿Le han dejado trabajar a gusto?

—A nivel de entrenamientos y organización, sí.

—¿Qué ha supuesto para usted su paso por el Puente Castro?

—La ilusión de mi vida, porque siempre quise entrenar a un equipo juvenil de División de Honor. Ha sido una experiencia bonita y siempre estaré agradecido al Puente Castro.

—¿Cree que con su marcha se han zanjado los problemas con la dirección deportiva o que seguirán con el nuevo técnico?

—No lo sé. Eso deberá asumirlo la dirección deportiva. Si siguen con las mismas decisiones y el mismo problema en casa deberá ser mi sustituto el encargado de solucionarlo.