Al Barça le duele todo
Messi jugó infiltrado por problemas en un tobillo, pero no peligra ante el Celta, e Iniesta tiene para medio mes de baja.
La imagen de fortaleza física que había dado el Barça en este inicio de temporada queda en entredicho tras el clásico. La última media hora en el Santiago Bernabéu, con los jugadores del equipo azulgrana sin fuelle ni chispa para responder a los contragolpes del Real Madrid, plantea muchas dudas sobre el estado de forma de jugadores muy importantes para Luis Enrique, un técnico que podría haber primado iniciar a tope la competición en lugar de buscar una mejora progresiva. Obsesionado con la preparación física como practicante de triathlones, maratones, carreras de varios días por el desierto y hasta algún ‘Ironman’, se intuye que su prioridad ha sido garantizar una buena respuesta física en el arranque liguero.
Las abundantes rotaciones realizadas parecen ahora excesivas porque en el partido más importante el Barça parecía desnaturalizado y sin personalidad. Era el primer día de Luis Suárez, el segundo de Mathieu como lateral zurdo y el primer encuentro de nivel sin Rakitic. Pero lo preocupante es que el cambio constante de piezas no ha evitado prevenir lesiones.
Ahora se ha sabido que Leo Messi jugó infiltrado en el tobillo contra el Madrid, posiblemente tras marcar el 3-0 al Eibar, un gol que celebró renqueante. Aquel día se negó a descansar los últimos minutos pese a que Luis Enrique le preguntó si quería ser cambiado. Y contra el Ajax sí aceptó irse a la ducha antes de tiempo, aunque ahora se sabe el motivo
Además, Iniesta pidió el cambio por una lesión en el sóleo de la pierna derecha que le impedirá jugar ante el equipo gallego, aunque sí intentará estar disponible contra el Ajax a pesar de que estas dolencias en la zona del gemelo son muy traicioneras.