Un día a día exigente, pero repleto de alicientes
Llegar a la élite es duro, pero más mantenerse. Para Salva Calvo los secretos de la longevidad en la máxima competición, y además ganando, parecen desvelados. Su clase le ha permitido acumular, al igual que la experiencia, un amplio puñado de triunfos. Pero para encaminarse a ellos este cepedano de Brimeda ha tenido que prepararse a conciencia con un día a día exigente en el que los entrenamientos ocupan un papel destacado. Y eso a pesar de que tiene que compaginarlos con su trabajo de funcionario en la Seguridad Social. «Corres como entrenas. Por eso la preparación previa de cada carrera debe ser la óptima. Y yo procuro, con una rutina que llevo realizando desde hace años, afinar muy puesta a punto con un trabajo diario».
La montaña se ha convertido en el hábitat donde mejor se desenvuelve y a ella acude casi a diario para mantener su condición física.