ATLETISMO. CROSS INTERNACIONAL DE VENTA DE BAÑOS
Roberto Aláiz, gesto de campeón
El leonés demuestra en Venta de Baños su deportividad reduciendo su ritmo para dar la mano a su amigo Abadía y entrar juntos en la meta. El triunfo fue para el ugandés Timothy Toroitich al que casi le dan caza.
Ganar es el objetivo máximo de todo deportista. Pero también el poner en práctica valores como la solidaridad y el esfuerzo. En una disciplina donde prima la individualidad gestos como el que ayer protagonizó el leonés Roberto Aláiz se valoran como propios de un campeón. Y el discípulo de José Enrique Villacorta lo es.
Rober tenía en su mano la segunda posición en el Cross de Venta de Baños donde se había significado como uno de los dorsales más fuertes. Pero en ese momento, a menos de 50 metros para la meta reducía su ritmo para igualarse con su amigo Abadía. Allí le daba la mano para entrar juntos en meta. Había cedido una plaza pero reforzado su amistad con el zaragozano y a la vez demostraba que su colaboración durante buena parte de la carrera para dar caza primero al marroquí Tougane y luego acercarse a sólo cuatro segundos del ugandés y a la postre vencedor Toroitich no era por egoísmo sino por camaradería.
Y todo en una carrera en la que a un ritmo elevado los primeros kilómetros servían para que en la parte delantera se quedara un grupo de ‘gallos’ entre los que se encontraba el leonés. Junto a él, Toroitich, Abadía, Guerra, Tougane, Mateo, Mayo y Marhum. Aláiz, con una zancada poderosa, siempre transitaba entre los cuatro primeros. Incluso tras completar la segunda de las cinco vueltas previstas se ponía en cabeza para acelerar el ritmo. Fue ahí cuando se rompía definitivamente la prueba quedando apenas en un sexteto la nómina de candidatos a la victoria.
Toroitich, que había permanecido hasta ese momento a la expectativa, daba el golpe de gracia. Tras él se iban el marroquí Tougane y Fernando Carro. Por detrás Aláiz pasaba al ataque logrando primero con Javier Guerra llegar a la altura de Abadía, posteriormente superar a Carro y en una última vuelta espectacular rebasar a Tougane que a pesar de intentar aguantar al leonés y a Abadía no podía responder al acelerón final en el que incluso los dos españoles se situaban a la estela de un Toroitich que aún no estaba seguro de su victoria.
A falta de medio kilómetro Rober lanzaba un nuevo ataque en un mano a mano con Abadía que le permitía ganar unos metros pero a falta de unos pocos para cruzar la meta reducía su velocidad para dar la mano a Abadía. Su gesto incluso le llevó a ceder la segunda plaza por milésimas pero demostró una vez más su talante de campeón en lo humano. Con Abadía había completado un tramo de la carrera a relevos para cazar a Toroitich. Y el leonés quiso agradecérselo así a su amigo. Un gesto de señorío en todos los sentidos.