Diario de León

BALONMANO FEMENINO

España choca contra Noruega

El empuje de los diez goles de Nerea Pena resultó insuficiente ante un combinado que apoyó su victoria en la férrea defensa y en el recital de su portera.

Las Guerreras de Jorge Dueñas celebran en el podio la medalla de plata ganada en el europeo de Hungría y Croacia.

Las Guerreras de Jorge Dueñas celebran en el podio la medalla de plata ganada en el europeo de Hungría y Croacia.

Publicado por
JAVIER VILLANUEVA | BUDAPEST
León

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La selección española femenina de balonmano se quedó, al igual que ya ocurriera hace seis años, a las puertas del título continental, tras perder ayer por 28-25 ante Noruega, el mismo rival que ya le privó del oro en Skopje, en la final del Europeo de Hungría y Croacia.

Volvieron a estrellarse las «guerreras» contra el muro noruego, ayer personificado en la portera Silje Solberg, que cerró el choque con un espectacular 41 por ciento de paradas, un muro que ayer, más que nunca, España pareció en disposición de poder derrumbar.

«Para poder ganar a Noruega tenemos que rozar la perfección», aseguraba en la previa la portera española Silvia Navarro, una excelencia que España no sólo rozó, sino que alcanzó plenamente en un inolvidable arranque de partido.

Liderada por una de nuevo inconmensurable Silvia Navarro bajo los palos, la defensa española se multiplicó para cerrar cualquier mínimo espacio a un conjunto noruego, que tan sólo sumaba tres goles cumplidos los primeros catorce minutos de juego.

Ni en superioridad numérica lograban anotar las nórdicas, atónitas ante la velocidad de piernas de las jugadoras españolas, que no sólo cubrían cada posible resquicio, sino que además, y quizá lo más importante, imposibilitaron a Noruega a desplegar su demoledor juego de contragolpe con un fulgurante repliegue.

Pero para vencer a las todopoderosas nórdicas, indiscutibles números uno del balonmano mundial, no es suficiente con una modélica defensa, algo de lo que eran plenamente conscientes la «guerreras» que exhibieron lo mejor de su arsenal ofensivo.

De la mano, primero de Alexandrina Barbosa, que por fin realizó ese gran partido con la selección desde que aterrizó en el equipo nacional, y posteriormente de Nerea Pena, el conjunto español martilleó una y otra vez la portería noruega.

Especialmente destacada fue la actuación de Nerea Pena, que confirmó las palabras que no se cansó de repetir una y otra vez en las horas previas de la final, y demostró con sus siete tantos en el primer tiempo que, efectivamente, ni ella, ni sus compañeras se conformaban con la plata.

Un gol de Pena permitió precisamente a las de Jorge Dueñas alcanzar a los 18 minutos de juego su máxima renta, unos impensables cinco tantos de ventaja (5-10) que dejaban clara la excelente puesta en escena de la selección.

Renta que España, lastrada por las exclusiones de Lara González y Eli Chávez, así como por las imprescindibles rotaciones, no pudo conservar al descanso, al que, al menos sí, se fue por delante (10-12) en el tanteador.

Pero al igual que ya ocurriera hace una semana en Debrecen, donde la selección española cayó por 26-29 ante las nórdicas en un choque en el que llegaron con empate (26-26) a los últimos minutos de juego, las de Dueñas fueron víctimas de la imprecisión.

Un problema irresoluble ante el estado de gracia de la guardameta Silje Solberg, que detuvo los tres últimos lanzamientos de un equipo español que demostró en Budapest que la posibilidad de romper el mito noruego no es ya una utopía.

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