«Esta plata se merece una pista en León»

El curling español hizo historia en Praga con la medalla de plata en el Europeo júnior. Y en esa gesta tuvo un especial protagonismo el leonés Eduardo de Paz. Y eso que en su ciudad no existe una instalación para entrenar. Por eso espera que su subcampeonato continental sirva para hacer realidad su sueño y el de los aficionados a una disciplina de los deportes de hielo que después de la actuación de Eduardo y sus compañeros tiene a España en boca de todos.

Con 19 años y una afición que surgió al ver jugar a sus padres Eduardo y Beatriz, «desde los siete años viajaba con ellos a los torneos y empecé a enamorarme de este deporte», apunta, Eduardo ha tenido que recurrir a sus progenitores para costearse un camino que tuvo en Praga su cenit. «Por desgracia en León no existe una instalación en la que poder entrenar. No sé si con mi medalla servirá para que la situación mejore, pero eso espero porque este deporte está empezando a dar muchas alegrías a España y en León además de mí también hay otros jugadores que pueden brillar».

Para llegar a la medalla europea el camino de este joven leonés, considerado como el abanderado de los futuros nuevos éxitos del curling español, ha traído consigo miles de kilómetros a sus espaldas y también un coste económico importante. «Nuestra Federación no tiene el dinero que otras y eso supone que sólo en los campeonatos continentales en los que representemos a la selección el coste de participar en ellos no es tan gravoso. En Praga nos pagaron el viaje, alojamiento, comida y cena. Pero si queremos competir en otros torneos como club tenemos que pagarnos todo. Respecto a los entrenamientos la situación es incluso peor porque al no existir una pista en León tengo que desplazarme a Jaca, Vitoria, San Sebastián, Madrid o Barcelona. Eso hace que apenas pueda realizar una sesión al mes. Por ejemplo, cuando viajo a Vitoria tengo que meterme hasta seis horas de coche para poder entrenar dos horas. Y eso teniendo en cuenta que debo compaginarlos con los estudios».

A pesar de todo para De Paz el curling supera todos los contratiempos. «Es un deporte que me apasiona, del que disfruto y que también me ha servido para crecer como persona y conocer muy buenos amigos. Además, no soy de los que buscan la fama porque si fuera así estaría en el deporte equivocado. No somos mediáticos tal vez porque no existe tradición en España pero estamos demostrando que con poco se pueden conseguir grandes cosas. Entre ellas una medalla de plata en un Europeo, logro que espero sirva para darnos a conocer un poco más».

Aún digiriendo el éxito logrado en Praga, «no me lo creo todavía y cuando miro la medalla aún me froto los ojos», apunta, Eduardo aún tiene frescas las instantáneas del campeonato. «Apenas llevábamos dos torneos compitiendo juntos y nuestro reto era alcanzar el play off camino a cuartos, ni siquiera superarlo. Delante teníamos a selecciones de primera fila y éramos conscientes que la dificultad era extrema. Pero poco a poco nos fueron saliendo las cosas y con nuestro juego logrados llegar a la final después de superar a la hasta entonces imbatida República Checa, luego a la subcampeona en 2013 Dinamarca y posteriormente a la favorita y campeona de Europa Austria. En la final nos quedamos por muy poco sin el oro aunque para nosotros el llegar a ese partido fue ya un éxito», apostilla.