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Siqueira y Mandzukic celebran con Raúl García el segundo gol.

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IÑAKI DUFOUR | MADRID
León

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Un penalti transformado por el croata Mario Mandzukic, a la media hora, y un cabezazo de Raúl García, en los instantes finales, solucionaron con triunfo una tarde gris del Atlético de Madrid (2-0), reafirmado en la tercera posición con un partido mucho más valioso en el marcador que en el juego contra el Granada.

Tres puntos esenciales para el conjunto madrileño por la presión del Valencia, por el triunfo del Real Madrid y por la derrota del pasado domingo en el Camp Nou para continuar la estela de las primeras plazas de la clasificación al término de la primera vuelta.

De abajo no sale el Granada, resistente al comienzo del choque en el estreno de Joseba Aguado como técnico, pero noqueado con el 1-0, la forma en la que el conjunto del argentino Diego Simeone desatascó el duelo rumbo a la victoria, después de 33 minutos con los papeles cambiados por momentos.

Un contragolpe deshizo cualquier previsión táctica del equipo andaluz. Salió Diego Godín con la pelota y la jugada, previa combinación con el croata Mario Mandzukic y centro de Fernando Torres, terminó con el mismo protagonista, el central uruguayo, derribado en el área cuando preparaba su remate para el gol; un penalti sancionado sólo con amarilla ante las protestas de todo el equipo local, desde el terreno de juego al banquillo, con el argentino Diego Simeone. No falló Mandzukic desde el punto de penalti.Ya no tuvo opciones de igualar el Granada. Para la vuelta del vestuario ya había mejorado su versión el Atlético, más intenso, más profundo y más decidido a terminar con el asunto del marcador. Entre su absoluto dominio, el Atlético sentenció con un cabezazo de Raúl García en un viaje sin sobresaltos hacia un nuevo triunfo, vital para afianzar el tercer puesto y seguir en la pelea.

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