Una generación que vuela alto

Aunque el balonmano en León tiene género masculino —el Ademar evidentemente tiene la gran culpa de que así sea— lo cierto es que también habla en femenino y lo hace con mucho talento como demuestra el hecho que hace dos semanas la selección juvenil de Castilla y León, con nueve jugadoras leonesas en sus filas, se alzó con el Campeonato de España, derrotando en la final a la gran favorita, la selección valenciana. Nueve de 16 jugadoras que conforman el bloque entero del equipo. Cifras que indican claramente que más de la mitad de ese equipo y sustancialmente su columna vertebral tienen sello de la tierra. ? En concreto, esas protagonistas fueron cuatro jugadoras del Cleba León Balonmano: María O’Mullony, Tatiana Lozano, Cristina Viñuela y Patricia Toribio y cinco del Atlético Balonmano León: Celia Rojo, Laura Viñuela, Alicia Torrijos, María Molina y Ana Vicente.

Es opinión general de que forman una de las mejores —tal vez la mejor— generación de jugadoras jóvenes que ha dado el balonmano leonés. Cantidad y calidad, dos conceptos que no demasiado frencuentemente suelen ir juntos en el deporte de base.

Tampoco es frecuente que una ciudad pequeña como León tenga dos equipos disputando la Liga de Castilla y León y que ocupen las dos primeras plazas. En estos momentos el Atlético Balonmano León (ABL) marcha en primera posición seguido del Cleba que es segundo, siguiéndole de cerca y marcando distancias con el tercer clasificado que es el Palencia.

«No está mal para un club con tan sólo un año de vida», comenta en este sentido el portavoz del club ABL, Norberto Alfageme. Con un presupuesto que ronda los 20.000 euros y que se nutre fundamentalmente de pequeños patrocinios, este club leonés que se escindió en su día del Cleba durante la presidencia de Roberto Álvarez, lucha por el oro en la liga autonómica; un metal que le dará (a quien se lo cuelgue del cuello) el billete para el próximo Campeonato de España de clubes que se disputará a comienzos del próximo mes de mayo. Jugadoras como Ana Vicente, Celia Rojo o Laura Viñuela forman la columna vertebral de un equipo consistente.

Sin embargo, al acabar este año buena parte de su plantel dejará atrás la edad juvenil y el ABL tendrá entonces que plantearse el camino a seguir. Las alternativas que se le presentan son varias. Una puede ser la de militar en la División de Plata del Balonmano femenino español aunque el desembolso económico ya es importante y requeriría un presupuesto no menor a los 30.000 euros.

Pero no lo ve como algo imposible siempre que se encuentren los patrocinios necesarios. En todo caso el portavoz del ABL cree que si el equipo juega en la categoría de plata con la base actual estaría en disposición de ascender a la máxima categoría del balonmano femenino español en cuestión de dos años.

También es una posibilidad integrarse como equipo de la Universidad de León —donde el Cleba tiene precisamente a su filial— e incluso podría hablarse de un entendimiento con el Cleba para que las jugadoras con más talento que lo deseen puedan formar parte del plantel que dirige en estos momentos Javi Callejo. «Pero habría que sentarse antes a hablar muchas cosas y ceder por ambas partes para buscar un entendimiento», apostillan en este sentido.

Nunca sería acertado que jugadoras con talento no lo explotasen en la máxima categoría si se presenta la ocasión.

Precisamente el entrenador del Cleba, Javier Callejo, defiende también que León tiene en estos momentos a una generación de jugadoras jóvenes de talento.

«Es un grupo de calidad, sin duda. Seguro que saldrán jugadoras con el nivel suficiente para estar en la División de Honor, hay gente muy válida en la base. Ciñéndonos estrictamente a nosotros, al Cleba, en el equipo juvenil hay jugadoras como María O’Mullony o Tati que ya llevan muchas horas de vuelo jugando a balonmano de la máxima categoría y seguro que otra, como la pivote Patricia Toribio en breve estará arriba también».

Su proyección no pasa desapercibida para los técnicos de la Selección nacional, que son perfectamente conscientes de que en León hay todo un vivero de jugadoras de nivel con potencial y calidad suficiente para vestir la Roja.

De hecho esta semana se ha conocido que la entrenadora de la Selección junior de balonmano femenino, Sagrario Santana, ha incluido a dos jugadoras del Cleba en la lista de convocadas para una concentración en la localidad madrileña de Pinto entre el 8 y el 12 de febrero, con el objetivo de preparar al equipo para la cita continental del verano, el Campeonato de Europa de Valencia 2015. En esa convocatoria figuran Ana Belén Palomino y María Prieto O’Mullony.

Recordó Javier Callejo por otra parte que el reciente Campeonato de España juvenil de selecciones autonómicas donde las leonesas contribuyeron de forma decisiva al oro, no ha sido el único éxito de esta joven generación de jugadoras. «Esa misma generación fue campeona de España en categoría cadete hace dos años. Es indudablemente una generación amplia con jugadoras de calidad».

Contando con el filial, el Cleba tiene a cinco equipos de base. Un filial, el ULE, que compite en la División de Honor Plata, un equipo juvenil, dos cadetes y un equipo infantil. «Estaríamos hablando de cerca de setenta niñas en los equipos de base del Cleba, contando que las pequeñas dependen del Ayuntamiento en las Escuelas Deportivas Municipales».

Dos equipos leoneses, en definitiva, que compiten por la corona en la liga autonómica de clubes. «Este grupo de jugadoras es fruto de una generación que quiso y pudo jugar al balonmano», apostilla Alfageme para introducir en el brillante panorama actual unos nubarrones que, a su juicio, pueden ennegrecer (y mucho) el futuro del balonmano de base en León.

«Los clubes —dijo en este sentido— deben entender que lo que es necesario fomentar al máximo es el balonmano de base, pero no convertirlo en un negocio». A su juicio, las cuotas son excesivas y alejadas de la ajustada realidad económica actual que sufren numerosas familias. «Así se va a conseguir que en unos pocos años el número de practicantes de base haya caído de una forma drástica», asegura. «De momento, seguimos siendo la mejor cantera del balonmano femenino en la región, pero o empezamos a apostar más en firme por la base, revisando todo lo relacionado con las cuotas, o a corto plazo nos pasará ya Palencia».

Un aspecto sin duda sobre el que reflexionar. De hecho ya se está empezando a plantear y sólo el tiempo dirá si las predicciones fueron acertadas o si un golpe de timón a tiempo fue clave para evitarlo.