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BALONMANO

España choca con el muro galo

Omeyer, con sus veinte paradas, da a Francia el billete para la final y deja los ‘Hispanos’ a las puertas de la lucha por el oro. Ahora toca levantarse y pensar en el bronce el domingo ante Polonia

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M. PINDADO | DOHA
León

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No pudo ser. Thierry Omeyer, a punto de cumplir 38 años, se convirtió en el obstáculo que los ‘Hispanos’ fueron incapaces de superar para alcanzar la soñada final del Mundial. Una vez más, y ya son incontables, Francia apaga el sueño de España en una competición internacional de balonmano tras derrotarla por 22-26.

Está claro que habrá que esperar a un cambio generacional para reconvertir una situación que se repite de manera sistemática en el balonmano. Francia no hizo un buen partido. España tampoco. Pero los galos siempre encuentran un hombre capaz de solucionar los problemas. Muchas veces es Nikola Karabatic, otras Abaló y otras Omeyer. Este viernes le tocó al portero. Nada menos que 20 paradas, cuatro penaltis incluidos. Los hispanos soñarán con el guardameta del París Handball.

España hizo la machada de enjugar los cuatro goles de diferencia que los franceses se llevaron al descanso en un inicio excelente de la segunda mitad, pero apareció don Thierry Omeyer y la portería gala se convirtió en una pequeña alacena para los lanzadores españoles. Y está claro que esa es demasiada ventaja para la mejor selección del mundo. A los franceses, con su férrea defensa y un muro detrás, les bastó con un mínimo acierto en ataque, con superar una vez cada cinco minutos la portería de Gonzalo, que también brilló a gran altura, para conservar su ventaja y jugar con un ojo en el cronómetro, que siempre corría en contra de los españoles.

Los ‘Hispanos’ tuvieron muchas ocasiones de empatar el encuentro, pero los errores propios y los aciertos de Omeyer evitaron la presión del marcador sobre el conjunto galo, que desde el 4-3 siempre estvieron por delante en el electrónico hasta el 22-26 final.

Así pues, el bronce es el único metal mínimamente dorado al que aspiran ahora los hispanos donde se encontrarán con Polonia, una selección que a buen seguro conoce perfectamente Manolo Cadenas, que entrena en la liga polaca.

En contra de lo que se esperaba el partido entre Francia y España comenzó como un auténtico correcalles. Nada de táctica, de estrategia, de ataques estáticos y jugadas elaboradas. Los primeros cinco minutos fueron un auténtico ir y venir de una a otra portería. Pasada la borrachera inicial, Karabatic aprovechó la lesión de Viran para dar a su equipo las primeras diferencias que ya conservaron siempre hasta el final del partido.