fútbol. tercera división
El Bembibre no tiene gol
La Segoviana resuelve el encuentro en los primeros treinta minutos.
El Atlético Bembibre dio una pobre imagen ante la Gimnástica Segoviana y cayó derrotado con justicia (2-0). Ivanildo fue el jugador más destacado del conjunto rojiblanco. Los locales, con dos goles en la primera parte, dejaron más que resuelto un partido que a partir de ese momento careció prácticamente de interés.
El encuentro, pese a la derrota, lo encaró el equipo leonés con mucho ímpetu, con unos primeros minutos muy prometedores. Los de Ministro, con un 4-2-3-1 muy compacto se anticiparon a su rival en todas las jugadas y combinaron con mucho criterio. Pero esto solamente duró unos ocho minutos, en los que tardó la Gimnástica Segoviana en crear la primera ocasión de peligro. Quique remató desde lejos y obligó al meta visitante salvar el gol. En la siguiente ocasión azulgrana ya no perdonaron los de Santi Sedano. Dani Calleja condujo muy bien un contragolpe y asistió a Quique, que batió con un disparo cruzado a Ivanildo.
El Atlético Bembibre se quedó bastante tocado tras el gol, y únicamente empezó a jugar con impulsos pero con muy poco criterio y muy embarulladamente. Solamente a balón parado creó algo de peligro, aunque sin verdaderas ocasiones. La situación lejos de mejorar empeoró en el minuto 27 cuando Quique remató un balón dentro del área que dio en el codo de Miguel al girarse. El colegiado señaló penalti provocando las protestas del equipo visitante. La pena máxima fue transformada por Dani Calleja engañando a Ivanildo. Tras el 2-0, el Atlético Bembibre reaccionó y en los últimos minutos de la primera parte pudo acortar distancias. Cubero lanzó un libre directo que se estrelló en el palo. Y en el último minuto Joshua remató a la media vuelta dentro del área pero Pablo detuvo sin problemas.
Tras la reanudación, Ministro movió el banquillo de inicio dando entrada a Deivis y Dani intentando que el rumbo del encuentro cambiase. El equipo mejoró en intensidad pero el peligro sobre la portería local brilló por su ausencia. La Segoviana, en cambio vivió de las rentas aunque jugó sin forzar la máquina viendo como pasaban los minutos sin sobresaltos.