Cara y cruz para De Paz

España, liderada por el leonés Eduardo de Paz, firmó ayer una jornada saldada con un triunfo y una derrota que mantiene sus opciones de meterse en las semifinales a pesar de la complejidad que representa el acabar entre los cuatro mejores ante las grandes selecciones de este deporte.

Eduardo, junto a Sergio Vez, Mario Fernández, Ángel García y Luis Domingo cerraba la jornada superando a Suiza por un rotundo 12-6 tras caer ante una de las favoritas, Noruega, en la jornada matinal por 10-3. En ese encuentro el leonés De Paz y sus compañeros no pudieron frenar a un rival poderoso que ya en las dos primeras entradas se situaba con un claro 0-5. Con un marcador muy cuesta arriba, España acortaba la desventaja en el cuarto (1-5) y, aunque llegaba al descanso 1-6 abajo, tras el intermedio, conseguía un doble para mantener la esperanza (3-6). Sin embargo, los noruegos sentenciaron en la séptima. A pesar de esta derrota Eduardo de Paz y el resto de jugadores españoles no se desanimaron. Tenían por delante a Suiza y era obligado ganar para no perder toda opción de acabar entre los mejores. El conjunto español no pudo arrancar mejor el partido aprovechando la ventaja del hammer para conseguir tres en la primera entrada (3-0). Un gran inicio que prolongaron robando la segunda por dos (5-0).

Suiza solo pudo ganar por uno la tercera (5-1), y los de De Paz volvían a mostrar su superioridad en la cuarta para sumar dos y distanciarse hasta un 7-1. Los helvéticos, no obstante, puntuando tres en la quinta (7-4), pero, tras el intermedio, los españoles se las devolvieron para volver a colocarse seis arriba (10-4). Los de Sciboz sumaban dos en la séptima (10-6), pero España puntuaba una en la octava (11-6) para acariciar la victoria. Algo que llegaba en la novena cuando los liderados por el leonés sorprendían a su rival robándole la entrada para cerrar el pulso con un amplio 12-6.

España, así, con esta victoria histórica (es la primera en una Universiada) ha cumplido el primer objetivo que era conseguir un triunfo. A partir de ahora, y siempre con los pies en el suelo y siendo conscientes de la superioridad de sus rivales, el reto de llegar lo más lejos es factible.