Entre el Carnaval y la Cuaresma
Con deportividad
Los problemas extradeportivos por los que está pasando el fútbol base y aficionado se sienten y se notan en la sociedad, y ésta comienza a ser sensible y preocuparse por un futuro, que puede producir grandes cambios que lleguen a modificar el modo de convivencia de la sociedad.
La situación no ha variado y los problemas están ahí, y de nada vale que se pongan encima de la mesa, si no hay voluntad para llegar a acuerdos que son de lógica y que afectan a la supervivencia del deporte en sus bases. La espera y el dejar pasar el tiempo no conllevan a la solución, más bien enfría las relaciones y las encona. Nadie es más que nadie, y un acuerdo significa una cesión por todas las partes, donde ninguno es dueño de la razón.
Por desgracia este país, todavía llamado España, está lleno de mentes iluminadas, que no brillantes, y otras que sumergen y quieren llegar con sus ideas revolucionarias, donde la lógica hay que convertirla en algo absurdo e incoherente, porque América todavía parece que no está totalmente descubierta, e igual aparece por vía urgente algún premio nobel de la incapacidad. Los cargos están para desarrollarlos en ciertas etapas de la vida y para trabajar en sus responsabilidades, y todo dentro de un ciclo. No se puede estar aferrado de por vida en una poltrona envejeciendo igual que un diplodocus, como si fuera el corral de la pacheca, porque las costumbres se convierten en rutinas y los modos y las ideas comienzan a enquistarse, siendo totalmente dictatoriales y carentes de diálogo.
Se necesita dar oportunidad a gente joven, preparada y que conozca el mundo del deporte (fútbol) para ir cambiando con los tiempos y desarrollando ideas y proyectos que permitan dar una estabilidad y credibilidad a toda una sociedad. Reflexión, cambio de opiniones y propuestas es lo que se necesita para que entre todos los estamentos, desde el gobierno, federación y clubes se pueda lograr un acuerdo que sea beneficioso para todos y para la subsistencia en el futuro. Don Carnal y Doña Cuaresma saben el guión, solo es cuestión de aprenderlo y ponerlo en práctica.