Al Astorga le sobra el crono

El Atlético Astorga perdió ante el Real Murcia (0-2) de la forma más cruel, cuando ya acariciaba el empate y había hecho méritos más que suficientes para sumar un punto, aunque en esta ocasión le faltara la brillantez de otras tardes y el crear ocasiones de gol, pero su rival dio muestras de saber a lo que juega, lo que quiere y cómo lo quiere y lo consiguió precisamente cuando ambos equipos jugaban con diez futbolistas cada uno por las expulsiones de Diego, en el caso de los locales, y Acciari, en el de los visitantes, y es que sólo a partir de ese momento el conjunto pimentonero fue mejor.

El Atlético Astorga afrontaba el partido con la baja de Taranilla, el hombre más brillante en la parcela ancha del rectángulo de juego, y con la despedida de Rubén, que esta vez ejerció de capitán, pero con el ánimo de competir y despedir a su compañero con un resultado positivo y lo cierto es que lo consiguió durante muchos minutos, pero al final el cansancio de sus hombres y el saber estar de su rival terminó por decantar la balanza del lado murciano.

Sin embargo, poco hizo el Real Murcia para lograr la victoria, aunque ese poco lo hizo bien y cuando ya no hay posibilidades de enmendar la plana, porque durante ochenta minutos apenas se acercó a los dominidos de Javi, pero en la recta final una de las subidas por la banda derecha del ataque visitante encontró su premio, y todo cuando se estaba a punto de cumplir el tiempo reglamentario, para certificar su triunfo en el añadido con el segundo gol.

También es cierto que el juego alegre y desbordante por bandas de otras tardes del Atlético Astorga en esta ocasión no existió porque los murcianos conocedores de las virtudes de los leoneses plantearon un dispositivo desfensivo muy serio, con dos exteriores que ayudaban a sus laterales y un centro del campo que arropaba a sus defensas a la vez de maniatar todo intento de juego de los locales.

El primer tiempo transcurrió con mucho juego en la parcela ancha, pocas penetraciones hacia ambas porterías y dos cancerberos que eran meros espectadores ante la falta de juego combinativo en las áreas. Como no podía ser de otra manera al descanso se llegó con el empate inicial sin goles.

Todo siguió igual

Tras el paso por vestuarios todo siguió igual. Dos equipos más preocupados de no perder que de ganar y de no cometer errores hasta que llegó el minuto 59, cuando el árbitro envió a los vestuarios a Diego por propiciar una patada a un rival. Quedaba media hora de juego y el Atlético Astorga se quedó con uno menos. Ocho minutos después la situación se igualaría al enviar el colegiado cántabro a Acciari a los vestuarios por doble amonetación.

Esta circunstancia iba a resultar definitiva porque a partir de ese momento del Real Murcia fue mejor, leyó el partido con más claridad cuando ya jugaban diez contra diez.

El cansancio comenzó a pasar factura a un Atlético Astorga que dio un paso atrás para defender el punto que estaba logrando, lo que unido al empuje y saber estar de los murcianos y a que Aira puso en liza a todo su poderío goleador la balanza se iba a inclinar del lado visitante.

En el minuto 89 llegaría el gol que abría el camino de la victoria murciana. Isi controla un balón, se va por su banda derecha y centra al interior del área maragata para que Carlos Álvarez remate a placer al fondo de las mallas estableciendo el 0-1.

Con el marcador en contra y con cinco minutos por delante, el árbitro añadió cuatro, el Atlético Astorga se lanza a la desesperada en busca del empate, lo que aprovecha el Real Murcia para sentenciar el partido. Arturo se hace con el balón y sale a la contra, cediendo sobre Isi para que éste sólo tenga que empujar el cuero al fondo de la red y establecer el 0-2 que ya resultaría definitivo cuando se cumplía el minuto 91 de partido.