Diario de León

BALONMANO

El Ademar se vuelve fiable

El equipo leonés suma ante el Cangas su segunda victoria consecutiva, refuerza su progresión e inyecta una nueva dosis de ilusión para seguir creyendo en el sueño de terminar en plazas europeas

El pivote gallego, Diego Piñeiro, fue letal para sus paisanos con los siete tantos que marcó prácticamente sin fallo

El pivote gallego, Diego Piñeiro, fue letal para sus paisanos con los siete tantos que marcó prácticamente sin fallo

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GEORGINO FERNÁNDEZ | LEÓN
León

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El Abanca Ademar empieza a tener similitudes con la publicidad de los coches alemanes: robustos y fiables. Dos adjetivos que valen para describir su momento actual —el mejor de la temporada— y los valores de su juego. Fiabilidad; esa es la palabra que ahora define de un modo preciso a un Ademar que por fin funciona en defensa —ayer la 5-1 volvió a brillar—, mantiene su buen tono en ataque y se muestra como un equipo muy complicado de ganar en su feudo. De hecho, en todo lo que se lleva de 2015 no ha doblado todavía la rodilla en el Palacio. Ayer sumó un nuevo triunfo (31-26) ante el cuarto clasificado, el Cangas Morrazo, sobreponiéndose además al desquiciante arbitraje que tuvo que sufrir de la pareja formada por Casado y Vera.

Ahora, desde su séptima plaza, el equipo de Dani Gordo mira hacia arriba y cree en la escalada que le puede llevar a acabar en puestos europeos al final de la liga. Es un camino complicado porque exige no fallar y que sus dos máximos rivales (Cangas y Anaitasuna) tropiecen pero de momento el Ademar está ahí.

Su mejoría ha hecho que no se note la baja en los dos últimos partidos de Aguirrezabalaga. Su ausencia permitió ver a un emergente Dimitrievski, que aprovechó los minutos para marcar cuatro goles sin fallo, provocar un penalti y dar un par de asistencias de gol al pivote Diego Piñeiro.

Piñeiro fue, precisamente, uno de los tres vértices en los que se sustentó el triunfo ante un equipo gallego que nunca ha sido capaz de ganar en León. Dani Gordo está apostando decididamente por él en detrimento de Almeida y el gallego demuestra partido a partido porqué es una de las mejores promesas del balonmano nacional. Defendió en el centro con acierto y compromiso e hizo un auténtico roto en la defensa rival con siete goles de ocho lanzamientos; sobre todo cuando la tercera amarilla provocó en la segunda parte la exclusión definitiva del pivote rival, Cerqueira, que había sido el más acertado a la hora de sujetarle.

El otro vértice fue —de nuevo— otra apuesta decidida: la defensa 5-1 con Sergio Mellado de adelantado. Desde que Gordo la utiliza como táctica clara en lugar de recurso de emergencia la solidez del Ademar gana enteros. Y hay un dato claro: en los dos últimos partidos ha ganado con solvencia y ha encajado menos de treinta goles. Fueron 29 ante el Puente Genil y 26 ayer frente a la treintena larga de antes.

Pero este sistema funciona cuando hay una implicación general del grupo. Y ayer la hubo: tensión, piernas, ayudas, apoyos. Eso se traduce en un entramado defensivo más duro que arropa mejor a los porteros y permite, como sucedió, que Yeray Lamariano brille en la segunda parte.

Y la tercera fue la dupla letal balcánica que ayer firmaron Vejin con seis tantos y Dimitrievski con cuatro. Sin olvidar el buen trabajo en los extremos con Carrillo, siete goles, y Kristensen con tres. Trabajo en equipo.

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