León arropa a los Hispanos antes de la vendetta
Los más pequeños disfrutan con la cercanía de unos jugadores que hoy disputarán en León un partido fundamental contra Alemania. Aginagalde está recuperado.
Los Hispanos, de pie, junto a los canteranos del CD Ademar que ayer acudieron al Palacio para presenciar el entrenamiento de la selección española de balonmano.
Los Hispanos completaron ayer la segunda jornada de entrenamientos, arropados por medio millar de personas, la mayoría niños, para preparar el trascendental encuentro de hoy en el Palacio (17.00 horas, Teledeporte) frente a una renovada Alemania que el pasado miércoles superó a los españoles en Manheim (29-28).
Los pupilos de Manolo Cadenas quieren resarcirse de ese tropiezo y demostrar sobre la pista que, a pesar del paso al frente que han dado los germanos, aún están por encima del conjunto entrenado por Dagur Sigurdsson. Una victoria dejaría sentenciada la clasificación para el próximo Europeo de Polonia.
Si bien, los bávaros no pondrán las cosas fáciles. Son un conjunto de enorme potencial físico, que en el partido anterior aprovechó al máximo los desajustes defensivos del combinado español. Habrá que minimizar esos errores y llevar desde el inicio la batuta del juego.
Plantilla y cuerpo técnico entienden que el factor cancha puede ser determinante. Han reclamado el apoyo de los aficionados leoneses para convertir el Palacio en una caldera. No estarán solos. Aunque ayer por la tarde aún había bastantes entradas sin vender, se prevé que hoy haya un último empujón para acercarse al lleno —desde las diez de la mañana estarán abiertas las oficinas del Ademar y desde las tres de la tarde, las taquillas del pabellón—.
La ciudad siempre ha respondido a la llamada de la selección y ahora, con Manolo Cadenas en el banquillo, el respaldo de la grada parece garantizado. De hecho, ayer ya se deslizó el interés que suscitan los Hispanos. En torno a medio millar de personas acudieron a presenciar el entrenamiento matutino. La mayoría eran niños, muchos canteranos del Abanca Ademar, que tras arropar a los jugadores durante la sesión de trabajo bajaron al parqué para charlar con los internacionales, hacerse fotos y coleccionar autógrafos.
Una comunión que debería traducirse hoy en un gran ambiente de balonmano para facilitar el triunfo de España. Cadenas recuperará para este compromiso a Julen Aginagalde, que ayer se ejercitó al mismo ritmo que sus compañeros, después de quedarse fuera del último precedente ante Alemania por un problema en su gemelo. El pivote irundarra es un jugador fundamental en el esquema de la selección. No en vano es uno de los mejores del mundo en ataque. También estará sobre el parqué Viran Morros, que arrastraba molestias. Cadenas tiene, por tanto, a todos los efectivos disponibles, incluido Arpad Sterbik, una de las pocas novedades de la lista respecto a la del pasado Mundial. También ha entrado Ángel Fernández, extremo del Naturhouse.
Enfrente estará una selección que ha incorporado gente joven al vestuario y que bajo la dirección del islandés Sigurdsson ha subido, de nuevo, varios peldaños en el escalafón. Completaron un buen campeonato del mundo, sobre todo en el primer tramo, y se quedaron a las puertas de las semifinales, tras caer con el anfitrión, Catar, a la postre medalla de plata. Tienen mucha envergadura física y son un conjunto atlético, muy fuerte en el 6-0 y con capacidad para contragolpear a cada fallo del rival. Los extremos Patrick Groetzki y Uwe Gensheimer son dos auténticas balas.
Ya no hay tantos lanzadores como antaño, pero jugadores jóvenes como Paul Drux, Erik Schmidt o Finn Lemke le han cambiado la cara al conjunto germano, que ahora se vuelve a ver entre los mejores del continente, aunque eso deberá demostrarlo sobre el parqué. A partir de las cinco de la tarde, el liderato del grupo estará en disputa. A España sólo le vale ganar para ser primera. «Todos a una», como arengó Cadenas. El mejor balonmano, de nuevo en León.
