Diario de León

Morata venga su exilio

El delantero de la Juventus marca el gol de la eliminatoria en la que fue su casa y de donde le empujaron a marcharse por la falta de confianza de Ancelotti. El Madrid queda tocado tras una campaña en blanco.

Pirlo, Bonucci y Chiellini felicitan a Morata tras marcarle al Real Madrid en el Bernabéu durante el partido con la Juventus.

Pirlo, Bonucci y Chiellini felicitan a Morata tras marcarle al Real Madrid en el Bernabéu durante el partido con la Juventus.

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roberto morales | madrid
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Un nuevo tanto de Álvaro Morata, en el regreso a su casa, de donde le empujaron a marcharse por la falta de confianza de Carlo Ancelotti, canceló la cita con la historia del Real Madrid en la que era final de finales con el Barcelona, y devolvió doce años después al Juventus a un gran duelo en Berlín (1-1).

El Real Madrid tiró por tierra toda su temporada en una semana negra. Tenía la oportunidad de hacer historia en la competición que va en su ‘adn’, la Copa de Europa que le convirtió en el mayor gigante del ‘viejo continente’. Para acceder a la final soñada y aspirar a convertirse en el primer club que reedita título, no tenía que apelar al espíritu Juanito, pero tampoco enterrar en vida a un icono como Iker Casillas. Ni remontadas europeas en noches mágicas, ni persecuciones a un capitán señalado. El madridismo se unió consciente de la importancia del ambiente para tumbar al Juventus.

Descartada la heroica, el Real Madrid lo que necesitaba era fútbol y paciencia para derribar un nuevo muro. El Real Madrid salió con el gol en su mente y no pararía hasta conseguirlo. Regresaba Benzema un mes después sin la chispa necesaria pero dejando muestras de su calidad. Inventó a los cinco minutos una acción con control regate que chutó a las nubes con la zurda. Cristiano comenzaba rondando el travesaño con una falta lejana antes de que se confirmase el pacto de tregua del Bernabéu con Casillas. Sacó una mano abajo firme al disparo de Vidal que debía darle confianza en un día en el que se castigarían errores.

Líneas adelantas blancas, presión y recuperación inmediata. El Real Madrid creció en el primer acto hasta encerrar y minimizar al máximo al Juventus. Una maravilla de Isco tras recorte y balón tocadito suave buscando la escuadra no encontró puerta, Benzema erraba un pase con Cristiano solo para marcar, Bale soltaba un latigazo ante el que se lucía Buffon en su estirada.

El goteo de ocasiones debían dar el premio y llegó tras una extraña caída de James dentro del área, golpeado en su gemelo por Chiellini que fue al bulto. Cristiano, que venía de fallar un penalti ante el Valencia el día que la Liga se convirtió en un imposible, chutó con confianza al centro. El Real Madrid ya tenía en 23 minutos el premio deseado, ahora debía mostrar la tranquilidad que señaló Ancelotti como principal consigna antes de la cita.

Quien perdona lo paga

Eran momentos de inestabilidad del Juventus que desaprovechó el Real Madrid. Perdonó cuando tuvo espacios por primera vez para correr. Y la tuvo clara Cristiano en una contra a alta velocidad llevada por Benzema que asistió al portugués que por una vez, tras recortar bien al defensa rival, centró en vez de chutar.

El córner lo remataba con un testarazo Benzema que volvía a sacar Buffon en su segunda juventud. El portero de 38 años presionaba al árbitro mirando de reojo el reloj para el paso del tornado, aún veía como Cristiano chutaba al lateral de su red y sacaba otra manopla abajo a Benzema en un disparo escorado al único espacio posible.

El intenso calor convertía en un imposible mantener el ritmo del primer acto en la reanudación. Cuando lo necesitó el Juventus dio un paso al frente y mostró su poderío. Comenzó avisando Marchisio con un disparo lejano con potencia que no encontró el arco de Iker.

Fue cuando entre gestos de cojera apareció la calidad de Pogba, tirado a una extraña posición en la izquierda. Sentó a Carvajal y asistió mal en su primera incursión en área rival. Minutos después luchó un balón arriba tras despeje de Casillas, que cayó a Morata para que ante la pasividad de la defensa y con Kroos blando al choque, chutase con la zurda el tanto más importante de su carrera y a la vez el más doloroso.

Restaba poco más de media hora para buscar un gol que provocase la prórroga, con más corazón que cabeza, sacando fuerzas de donde ya no había. Así comenzó un asedio sin premio. Bale rozó el poste en su primer intento y James la escuadra en un gran zurdazo. Las labores defensivas quedaban en segundo plano y tuvo que aparecer la mejor versión de Casillas para mantener en el partido al Real Madrid. Sacó una mano abajo a Marchisio recuperando su imagen de salvador. La tragedia llegó con el pitido final. Y los blancos quedan tocados, incapaces de ganar en un estadio volcado. No habrá final española.

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