El Barça vuelve a reinar en Europa

El Lanxess Arena le debía una Champions al Barça. Los azulgranas habían rozado el trono europeo en los últimos años pero habían caído en el coto privado alemán en la 'final four' de Colonia: desde que se convirtió en la sede fija en el 2010, cuatro de los últimos cinco campeones habían sido alemanes. Los hombres de Xavi Pascual no han dejado pasar la oportunidad y han conquistado su novena Copa de Europa después de doblegar al Veszprem húngaro en la final (28-23). Los azulgranas, que esta temporada han ganado las Supercopas de España y de Catalunya, la Copa Asobal, la Liga y la Champions y la Super Globe (el Mundialito de Clubs), igualará el siete de siete del 'dream team' en la temporada 1999-2000 si ganan la semana que viene la Copa del Rey.

Pese a que esta vez no se enfrentaba a ningún equipo alemán, el Barça ha vuelto a sentirse jugando en campo contrario. Carles Puyol, Josep Maria Bartomeu y los 700 aficionados culés desplazados han tenido que competir con más de 19.000 voces que alentaban al Veszprem.

Los pupilos de Pasqui se han sobrepuesto a otro ambiente hostil y también a la lesión de Lazarov en el gemelo cuando apenas se habían disputado 10 minutos. Pese a no poder contar ni segundo máximo goleador de la Champions ni Rutenka, dos de los mejores cañoneros en la primera línea, los azulgranas han mandado en el marcador desde el inicio.

Saric ha vuelto a estar a un nivel extraordinario y la pizarra de Pasqui ha conseguido contener en la primera mitad el caudal ofensivo de Ilic y Nagy, las principales bazas del bloque húngaro en ataque. Sigurdsson, hipermotivado ante el reto de conquistar su primera Champions, y Karabatic han tirado de los azulgranas. Un gol del central francés, el mejor jugador del mundo, y una gran parada de Saric han situado el 14-10 al descanso.

Tras la reanudación y pese a las molestias, Lazarov ha vuelto a la pista para intentar aportar su granito de arena. A final de temporada todo el mundo va al límite, como Chema Rodríguez, el central español del Veszprem, que se ha roto a 10 minutos del final. Saric, bien protegido por una intensísima defensa, ha seguido con su particular festival, ganando el pulso de porterías a Mikler (mejor portero de esta Champions) y Alilovic. Sus paradas y los goles de Sigurdsson han mantenido la renta y un trallazo tremendo de Karabatic en suspensión ha dado una máxima ventaja de seis goles (24-18) a falta de ocho minutos para el final. Antonio Carlos Ortega, exmiembro del 'dream team' y entrenador del Veszprem, ha pedido tiempo muerto para obrar el milagro. Pero el Barça había aprendido la lección del año pasado y con dos tantos de Noddesbo rubricó la novena.