De la lágrima a la máxima exigencia

«Esta es mi casa. Espero que podamos ganar títulos y que el equipo juegue bien». 21 años esperando cumplir un sueño son demasiados, como quedó reflejado en los apenas 45 segundos que duró la primera intervención pública de Rafa Benítez, de 55 años, como entrenador del Real Madrid.

«Es un día muy emocionante. Prometo trabajo y dedicación y espero que las cosas vayan bien», acertó a decir con voz entrecortada. Florentino le había presentado con un mensaje cariñoso pero que a la vez era una declaración de intenciones. «La exigencia en el Madrid siempre es máxima y nuestro nuevo entrenador nos hará más fuertes. Rafa respira fútbol, profesionalidad y madridismo», anunció el presidente sobre un técnico que firma para las tres próximas campañas.

Luego, los aplausos del propio Florentino, que nunca fue muy admirador del madrileño mientras entrenó a otros clubes, y el resto de la junta directiva salvaron a Benítez cuando la emoción le embriagó.

Unas lágrimas sentidas, que compartían sus más cercanos como su mujer Montse, su agente Manolo García Quilón o su asesor de comunicación Juan Francisco Sánchez. Todos ellos sabían que el técnico, tras acumular una amplia trayectoria por Europa y sumar los títulos más grandes del fútbol, regresaba a una entidad que poco se parece a la que dejó y sentía la satisfacción de haber conseguido un sueño. «Son muchos años trabajando para poder conseguir el éxito. Volver a casa es la sensación de que se cierra un círculo. Es un reto», afirmó. No ocultó que era «un día especial, de una gran ilusión. Se cierra un circulo, de emoción y agradecimiento que espero dure muchos años.

«Mi experiencia en el Madrid me permite saber que aquí ser primero es lo único que vale, el segundo no cuenta». No quiso prometer que habrá productos de la Fábrica en el primer equipo. «Mi responsabilidad será la primera plantilla. Soy de cantera, sé la problemática que hay. El otro día estuve hablando con Zidane y por supuesto que tendré un ojo puesto en la cantera y voy a hablar del fútbol base pero en sintonía con lo que crea el club», explicó. La hoja de ruta para conseguir el éxito la tiene clara: «Habrá un trabajo y un método serio y profesional» con el que recordó «hemos ganando algún que otro trofeo». El madrileño, destacó que desea un equipo con «control y rigurosidad», antes de reiterar su idea de «jugar lo mejor posible y tener las ideas claras de lo que hay que hacer, independientemente del sistema que utilicemos. La forma de jugar no es igual con estos jugadores que con otros equipos con los que he trabajado, a lo mejor tienes que modificar sistemas, pero buscando el equilibrio en la parte ofensiva», concluyó.