Antolín Gonzalo apuesta al rojo
Con deportividad
La ciudad de León se viste de gala para recibir a los componentes de la selección española de fútbol, auténticos ídolos de pequeños y de muchos mayores. Atrás queda ese 2 de abril de 2003 donde el entonces llamado Antonio Amilivia fue testigo del encuentro de fase de clasificación, contra Armenia, para la Eurocopa de Portugal que se saldó con victoria de la selección española por 3-0, entonces dirigida por Iñaki Sáez. Ahora este 11 de junio el ahora rebautizado estadio Reino de León volverá a disfrutar de los jugadores de la selección en un encuentro de preparación, pero que contará con todos los alicientes para jugadores y aficionados.
Los mejores futbolistas españoles harán las delicias de todos los seguidores de este bonito deporte, que además de ser el número uno en cuanto a practicantes, también lo es a nivel mundial un auténtico movimiento de masas. La ciudad de León ha sabido responder a la confianza depositada por la Federación Española de traer este partido y los jugadores van a notar ese cariño y aliento nada más poner los pies en la ciudad, que siempre ha sabido ser hospitalaria y agradecida con cualquier evento que ha acogido.
El calor y la ilusión están palpables en el ambiente y va creciendo según se aproxima el partido de mañana. Antes, hoy en el entrenamiento, lo podrán comprobar los jugadores y el cuerpo técnico con Del Bosque a la cabeza. Mención especial para uno de los componentes de ese staff técnico, Antolín Gonzalo que volverá a León donde en diciembre del 2009 pasó una parte de la temporada como entrenador del club Huracán-Z, quedando demostrada la gran labor realizada. Seguro, que sabrá ser un buen embajador en la selección de la ciudad y afición leonesa.
Las largas colas que han rodeado al estadio Reino de León, demuestran la confianza y el interés que los leoneses tienen por la selección española y por todos sus jugadores, pertenezcan al club que sea, solo hay un equipo y ese es España. La capacidad del campo, poco más de 13.000 localidades, no va a permitir ver en directo a miles de aficionados este partido, y tendrán que conformarse con hacerlo por la pequeña pantalla. En definitiva, los leoneses han respondido a la llamada y durante dos días la ciudad de León será una fiesta.