España se aisla en Minsk
El combinado arropa a Gerard Piqué por el clima hostil que encontró en León y que provocó el enfado del seleccionador español Vicente del Bosque.
Vicente del Bosque dirige el entrenamiento mientras Iker Casillas se muestra pensativo.
La selección española llegó a Minsk, donde mañana disputa en Borisov un duelo clave en su camino a la Eurocopa 2016 ante Bielorrusia, arropando a Gerard Piqué por el clima hostil que encontró en León y que provocó el enfado del seleccionador español, Vicente del Bosque.
No entiende el seleccionador el hecho insólito que se ha dado en los días de la Roja en León. Los silbidos contra Piqué empujan a un profundo análisis y han sentado mal en el seno de la selección española, especialmente en Del Bosque que siempre ha destacado el compromiso del central catalán desde su presencia en categorías inferiores y valora a uno de sus jugadores claves en sus equipos titulares. La situación vivida fue difícil y complicada como aseguró el seleccionador nacional al entender que «el que silba a un jugador silba a toda la selección, porque así lo siente el grupo».
Tanto el técnico salmantino como los jugadores, especialmente destaca el apoyo de Sergio Ramos que podría sentirse molesto por la celebración de Piqué de la Copa de Europa, han arropado al central del Barcelona que según reconocen en su entorno más cercano, no está nada afectado por ser silbado por su propia afición defendiendo la camiseta de España.
En los minutos que disputó en la segunda parte, sin esconderse y pidiendo la pelota, Piqué acabó con unas molestias musculares que le impidieron entrenar ayer en el Reino de León antes de partir a Bielorrusia. Tampoco entrenó con el grupo Sergio Ramos, recién recuperado de una lesión muscular en un sóleo y que no debe forzar si quiere jugar dos partidos en una semana, ni Aleix Vidal, con problemas en un tobillo que le obligaron a ser sustituido en el tiempo de descanso tras ser pisado por un futbolista de Costa Rica y que hace muy improbable que esté a disposición de Del Bosque.
Después de cinco horas de vuelo del chárter que partía de León hasta Minsk, la selección española aterrizó con buen clima en una tarde soleada y con cerca de 19 grados de temperatura.
Sin expectación en su llegada, se dirigió directamente al hotel de concentración de la ciudad en la que entrenará este sábado, Minsk, en la víspera del partido oficial con la atención en la evolución de Piqué y Aleix Vidal. No viajará a Borisov, sede del encuentro, hasta mañana domingo, el día del partido.