Yi Wei, reflejos de campeón

Yi Wei inscribió su nombre en el palmarés del Magistral Ciudad de León el año pasado. Y uno después quiere repetir. El joven prodigio chino lo dejó claro en las semifinales que le enfrentaron al español David Antón al que superó por 2,5 a 1,5 aplicando sus mejores armas como son la rapidez de reflejos y la sangre fría para acometer situaciones comprometidas en el juego. El témpano de Jiangsú, como le ha bautizado Arturo Pérez Reverte, demostró que ante rivales cualificados como Antón, también joven y sin duda alguna con un talento extraordinario que le ha convertido en el ajedrecista español de mayor proyección, lograba su pasaporte a la final en al que se enfrentará hoy con el francés Maxime Vachier-Lagrave mostrando un repertorio amplio de movimientos, los necesarios para sacar adelante un escollo que siempre le presentó dura batalla.

Pérez Reverte, quien dejó una frase inolvidable en su anterior visita al torneo –«Hace tiempo que cambié a Dios por el ajedrez»- tenía un especial interés, tras realizar el saque de honor, en practicar uno de sus pasatiempos favoritos: observar de cerca a los ajedrecistas durante horas. «La frialdad de Yi Wei es muy impresionante», comentó el novelista.

Pero la serenidad es también una de las virtudes más destacadas de Antón, subcampeón del mundo sub 18 en 2013 y de Europa absoluto en 2014. Por tanto, no fue en ese terreno donde el ‘gélido de Atocha’ perdió el duelo ante el ‘témpano de Jiangsú’. «Ha visto muchas ideas y variantes bastante más rápido que yo, sobre todo en las dos primeras partidas, donde me sacaba varios minutos de diferencia. Luego he logrado administrar mejor el tiempo, pero ya con el marcador en contra y obligado a ganar tras perder la segunda, lo que hacía la situación muy difícil», comentó el madrileño.

Yi Wei se mostró inusualmente expresivo y contento tras ganar una partida y empatar las otras tres en casi cuatro horas y media, como si se hubiera quitado un gran peso de encima. En el duelo ante el prometedor Antón supo sacar provecho de los nervios iniciales del madrileño, para poner de cara el triunfo en la primera partida, pese a jugar con negras y, sin demasiados impedimentos, encontró pronto la forma de sacar provecho de una partida nerviosa y agresiva, donde encontró el desequilibrio en una combinación en la que el español perdió dos peones.

Las dos siguientes tuvieron un desarrollo similar, en la primera con una buena posición inicial de David Antón, pero sin ser capaz de forzar en extremo a Yi que jugó con la baza a su favor de la ventaja, algo que repetiría en el tercer enfrentamiento donde arriesgó lo mínimo y se mostró cómodo en el tablero.

En la última, en la que Antón necesitaba el triunfo para al menos forzar el desempate, el subcampeón europeo lo intentó desde la fortaleza de una buena apertura, pero encontró respuestas a todos sus ataques sin encontrar premio a su despliegue táctico. «Ya dije tras el sorteo de semifinales que Antón tiene talento y es muy duro. No ha sido nada fácil ganarle. Y mañana me espera otra pelea muy difícil con Vachier-Lagrave, un jugador capaz de atacar y defender muy bien, según las circunstancias» explicó. También desveló su preferencia por preparar la final: «Hoy estoy realmente cansado, y lo único que quiero es dormir, tras una buena cena. Me gusta mucho la comida de aquí. De momento no echo de menos la cocina china».