Extremo, central y lateral

A la maquinaria del Abanca Ademar ya no le faltan muchas piezas para completar un engranaje que, a expensas de los dos o tres últimos refuerzos, suponga un salto de calidad respecto al equipo que la campaña anterior se quedó a un paso de la clasificación europea, objetivo ineludible del próximo curso.

El regreso de Juanín García y Gonzalo Carou, además de los fichajes del internacional argentino Vieyra, del brasileño Acacio Marqués, del portero serbio Cupara y del lateral Juanjo Fernández dan a la plantilla un aire nuevo, con Rafa Guijosa como entrenador, quien deberá engrasar todas las piezas durante la pretemporada para que el conjunto leonés vuelva a codearse con los equipos de la parte alta, principalmente Naturhouse y Granollers, quienes serán, previsiblemente, sus principales rivales, incluso por una plaza en la Liga de Campeones.

Para eso habrá que cerrar una plantilla que tiene aún alguna carencia, sobre todo en las posiciones de central, donde sólo tienen como especialista al carioca Acacio Marqués, internacional con Jordi Ribera, y en el extremo izquierdo, que por ahora cuenta con Mario López como único acreedor a ese puesto, tras la salida de Thomas Kristensen, al que el club da prácticamente por perdido.

Intentarán también traer a un lateral derecho contrastado que fortalezca la primera línea y, en función de cómo esté el mercado, se tomará una decisión sobre Richi Díez, al que comunicaron hace tiempo que debía esperar hasta que avanzara la confección del nuevo Abanca Ademar.

Directiva y cuerpo técnico abogaron desde el principio por construir un equipo en el que se mezcle veteranía y juventud. Han apostado también por la polivalencia. Guijosa ya avisó en su presentación que intentaría traer a jugadores con capacidad para atacar y defender. Están en ello.