Diario de León

DESPEDIDA DE UN CORAZÓN ADEMARISTA

García Vega pone el punto final

El central del Ademar baja el telón a su dilatada carrera como jugador profesional pero deja la puerta abierta a volver algún día al club. «Seré siempre ademarista», subrayó en su adiós.

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GEORGINO FERNÁNDEZ | LEÓN
León

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A punto de cumplir 39 años —los hará el próximo mes de agosto— el veterano central berciano del Abanca Ademar, Jorge García Vega, puso oficialmente ayer el punto y final a una dilatada carrera deportiva que la inició con 17 años en el club leonés y la ha cerrado ahora, 21 años después, vistiendo la camiseta del club de su vida. Antes ofreció su sapiencia en otros muchos equipos: Santander, Algeciras, Cangas, Antequera, Valladolid y La Rioja.

Aunque se le notaba emocionado, en su adiós huyó de sentimentalismos. «Nunca he sido muy nostálgico», afirmó con una sonrisa. Reconoció que nunca pensó que fuese a tener una carrera tan amplia y se mostró feliz por tener la oportunidad de despedirse donde inició su carrera, en el Ademar. «Pero esto no es una despedida definitiva —advirtió— seguiré siendo ademarista y ahora me toca ver los toros desde la carrera. Siempre me he sentido un jugador de club que ha estado siempre que se le ha necesitado y en el futuro seguirá siendo así por mi parte, ha sido un placer y un orgullo. La palabra que mejor lo define todo es gracias», comentó Vega dejando una puerta abierta a un posible retorno al club algún día.

«Nunca me voy a ir del Ademar, venga quien venga. El sentimiento ademarista no me lo va a quitar nadie», insistió. ¿Y la posibilidad de estar en los banquillos? «En el futuro Dios dirá. Si es un banquillo de menor nivel... ya se verá. Tal vez ayudar y colaborar podría ser si se diesen unas condiciones laborales que ahora no tengo».

Feliz por retirarse sintiéndose hasta el final como jugador profesional —«en estos dos años no me he arrastrado por las canchas»— apuntó que la necesidad de dedicar más tiempo a su familia pesó de forma muy importante en su decisión. «Tengo otras prioridades, el trabajo y un niño pequeño que también quiero que me quite tiempo, no solo el deporte. Empieza una nueva etapa en mi vida y sólo espero que sea tan feliz como todos estos años de balonmano. Cuesta compaginar la vida laboral con la familiar y el año que viene quiero pasar más tiempo con mi familia».

Le gusta mucho la ‘pinta’ del nuevo proyecto deportivo pero insistió en que después de varios amagos de retirada esta es la buena. «He disfrutado muchísimo estos dos años pero en la vida hay otros prioridades y hay que saber dejarlo a tiempo».

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