Luto por un hombre del deporte

Godofredo Luengo, un entrenador de fútbol y hombre del deporte leonés muy conocido también por su pasión por el Ademar, falleció después de luchar contra una grave enfermedad que acabó con su vida. El sábado se celebró el funeral y a continuación se le incineró en la iglesia parroquial de Santa Ana. Mucha gente vinculada al mundo del deporte en la ciudad le despidió, al igual que muchos de los que le conocieron por su labor como entrenador, delegado y diferentes funciones desarrolladas en los equipos de cantera del Loyola, club deportivo que representa al Colegio de los Jesuitas.

Fue una despedida multitudinaria y muy emotiva donde su nieta mayor, Clara, leyó una carta de despedida, al igual que su hijo Marcos, muy emotivas y dando las gracias a todos los presentes por un adiós tan entrañable.

Godofredo Luengo siempre estuvo relacionado con el deporte sobre todo, pero también con la política y la sociedad en general. Su carácter jovial, divertido y el ser amigo de sus amigos hizo que tuviera tantas y tan buenas relaciones con el mundo del deporte en la ciudad, sobre todo con el Ademar, que no le defraudaron y acudieron como otra mucha gente a su despedida. Luchó con todas sus fuerzas, contra viento y marea contra la enfermedad hasta el último segundo, dando a todos una lección de coraje y no tirando la toalla jamás. Ese espíritu de competitividad que años atrás inculcó a sus chicos en el equipo de fútbol que entrenó fue su bandera durante su vida.

Godofredo se fue sin rendirse jamás ante su rival, que en esta ocasión fue una enfermedad.