Pasión, homenaje y... 60.000 almas
El GP bate su récord de asistentes en una jornada en recuerdo a Bernat y Rivas y de petición de boda del ‘speaker’ Vallespí.
Los aficionados hacen un pasillo de honor en la recta de meta al vencedor en la categoría reina del Gran Premio de La Bañeza, el piloto murciano Ángel Jesús Castillejo.
La Bañeza vivió intensamente una nueva entrega de su Gran Premio de Velocidad. Y ya van 56 años. Pasión, emoción y motos... muchas motos condimentaron una cita que un año más superó las cifras de ediciones precedentes para alcanzar más de 60.000 aficionados presentes a lo largo del trazado urbano para vibrar con los pilotos.
Pero esta edición también tuvo su condicionante emotivo con el recuerdo a dos pilotos fallecidos hace unas semanas en una carrera en Estados Unidos, el valenciano Bernat y el gallego Rivas. Dos fotos gigantes de ellos junto a dos coronas mostraron a lo largo del GP que una ciudad motera por excelencia como La Bañeza no se olvida de ellos, y menos de Bernat que ya corrió esta prueba y que ganó hace 15 años. También lo hizo su padre y su hermano Martínez Mas, ayer segundo en la categoría reina que, emocionado, recibía el cariño y los aplausos de todos los presentes en el minuto de silencio que se guardaba justo antes de que diera comienzo la carrera de Clásicas 2 Tiempos. Otro momento especial se vivía en la entrega de trofeos. Justo antes de que subieran al podio los triunfadores en la categoría reina el ‘speaker’ del Gran Premio al que lleva poniendo la voz desde hace 24 años, Pedro Juan Vallespí, bajaba a la pista para desde allí y con micro en mano declararse a su novia, para él ‘Campanilla’ y pedirle matrimonio.
Fue la guinda a una jornada tan especial como un GP que vende La Bañeza a todo el mundo. Y con su pasión por las motos como estandarte.