TROFEO SANTIAGO BERNABÉU
Marcelo ilumina al Madrid
Un golazo del brasileño lleva al equipo blanco a conquistar su torneo frente al Galatasaray en un partido flojo y con pitos en el que brillaron Modric y Kroos.
El Real Madrid de Rafa Benítez, con goles de Nacho y Marcelo, se estrenó ante su público con una victoria (2-1) sin brillo frente al Galatasaray turco y que supo a poco a su afición, que castigó al equipo, especialmente a Gareth Bale, con algunos pitos durante el choque.
El gol que abrió el marcador llegó a los 17 minutos por medio de Nacho, que remató de manera impecable un córner botado desde el costado derecho por el croata Luka Modric. Fue la respuesta del Real Madrid a un par de ocasiones anteriores de cierto peligro del Galatasaray, que también pudo marcar posteriormente con un remate a bocajarro de Bulut, quién no acertó a rematar en línea de gol un centro desde la izquierda de Lionel Carole.
Poco debió gustar a la afición madridista lo que estaba viendo sobre el césped para que justo antes del descanso, y tras fallar una ocasión muy clara Cristiano Ronaldo, despidiera a su equipo con una sonora pitada.
A los siete minutos de la reanudación, los peores presagios se cumplieron para el Real Madrid cuando un viejo conocido del conjunto blanco, el holandés Wesley Sneijder, recibió un balón en la frontal y con su zurda lo ajustó por el lado derecho de la portería defendida por Keylor Navas. Gol y empate.
Tras el empate, Benítez decidió sustituir a Jesé y poner sobre el césped al colombiano James Rodríguez. El objetivo no era otro que buscar la fórmula para llevar a cabo ese juego de ataque que pregonó en su puesta de largo en pretemporada.
Sin embargo, el que pudo marcar de nuevo fue el conjunto turco, que se encontró con Keylor Navas, que repelió a los 59 minutos, y a una mano, un disparo potente de Sarioglu que se colaba dentro.
El Real Madrid lo intentó de todas las maneras, pero le faltó verticalidad y pegada en los últimos metros. Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, las máximas referencias del equipo, se mostraron voluntariosos pero poco efectivos.
Ante tal situación, el que tiró de galones para desequilibrar el choque fue Marcelo, que recibió un balón en la frontal del área, inició la carrera, se marchó de tres rivales en regate y con la puntera izquierda ajustó su disparo raso ante Ismael Cipe.
El gol fue el colofón a una velada que no olvidará Bale, que sufrió los pitos de su afición.