Órdago en el estreno

España y Serbia, dos aspirantes a luchar por las medallas, cruzan hoy sus caminos en la jornada inicial del grupo B en un partido que puede resultar fundamental para ambas.

Las dos selecciones se juegan algo más que un partido inicial de la primera fase. La victoria otorgará al vencedor un espaldarazo a su favoritismo en la lucha por el podio, mientras que el perdedor tendrá que rehacerse sobre la marcha y deberá superar la sombra de dudas que planeará sobre él el resto del campeonato. Serbia ha regresado, de la mano de su entrenador Djordjevic, de la ultratumba del baloncesto y ha vuelto a codearse con la elite después de mucho tiempo. Siempre tuvo talento para jugar al baloncesto, pero parecía que cada uno iba por su lado. Ausencias, falta de interés y poca intensidad lastraron en su rendimiento hasta que Djordjevic aunó voluntades, convencer a los jugadores y guiarlos con mano firme y guante de seda.

España ha realizado el camino contrario. Dominador de los Europeos de 2009 y 2011, consiguió una plata olímpica en Londres y un meritorio bronce en el campeonato de Europa de 2013, en Eslovenia, con un equipo con muchas bajas. En ‘su’ campeonato, en el Mundial de 2014 que se juego en España, el fiasco fue total al caer con Francia en cuartos.

Ahora con un equipo con muchas ausencias por las lesiones de Ricky, Calderón, Ibaka, Navarro y Abrines, además, y sobre todo, de la de Marc Gasol, España tiene que retomar impulso y volver a ser una selección dominante para conseguir sus objetivos: el Europeo y la clasificación para los Juegos.

De la mano de un Pau Gasol que ejerce de líder, la base de jugadores del Madrid, los Sergios (Llull y Rodríguez), Reyes y Rudy, junto con el exmadridista Mirotic, ahora compañero de Pau en los Bulls, tendrán la misión de liderar el retorno español.