Un ‘arcoiris’ para Benito
Miguel Ángel buscará en su segundo Mundial sub-23 un lugar entre los elegidos. El leonés, con galones de jefe de filas en la selección española, llega a Richmond en un gran momento de forma.
El rojo y amarillo de la selección española le sienta bien a Miguel Ángel Benito pero el leonés prefiere el ‘arcoiris’ que reconoce al campeón del mundo. Y en ello pondrá todas sus fuerzas en su segunda presencia mundialista como sub-23 (acumula una más como júnior) en la que pretende mejorar de forma notoria el papel realizado hace un año en Ponferrada. Hoy, a varios miles de kilómetros el objetivo es más ambicioso. Lo sabe él y también el seleccionador Momparler que le ha otorgado los galones de líder en la selección española para intentar hacerse con un sitio en un podio que sólo han disfrutado dos ciclistas, Óscar Freire (San Sebastián, 1997) y Fran Gutiérrez (Zolder 2002), ambos con la medalla de plata.
En un circuito de 16,2 kilómetros al que se deberán complementar diez vueltas (162 kilómetros), el leonés intentará hacer valer tres de sus grandes cualidades para afrontar el tramo definitivo entre los mejores y con opciones de hacer historia. Su condición de todoterreno, la inteligencia con la que lee las carreras y su gran momento de forma deben convertirse en los mejores aliados para pujar por un lugar en el cuadro de honor al que aspiran nada menos que 169 rivales más con los representantes daneses, alemanes, italianos, australianos, holandeses y los anfitriones norteamericanos como más cualificados escollos.
Ante ellos el trabajo en equipo debe resultar fundamental intentando desgastarse lo menos posible en las cuatro o cinco primeras vueltas en las que la carrera a buen seguro se volverá loca con continuos ataques. Dejar a selecciones con mayor número de representantes y más presión por alcanzar un lugar en el podio resultará fundamental. Benito ya lo hizo en Ponferrada donde acabó el 18º en su debut en el un Mundial Sub-23 aunque también tuvo opciones de acabar más arriba. Hoy, con un año más de experiencia y después de acumular nueve meses en el pelotón profesional, sus prestaciones han aumentado de manera considerable. Al menos para no destacarse en la batalla por el top-3.
Además, las peculiaridades del circuito le son favorables. Y también una climatología en la que la lluvia puede hacer acto de presencia. En cuanto al primero de los condicionantes, el Mundial de Richmond presenta un recorrido que en sus primeros diez kilómetros apenas presenta dificultades orográficas y propicio para las escapadas. Más bien se desarrolla sobre un terreno llano con un par de bajadas rápidas. Lo más importante y exigente llegará en los últimos cuatro kilómetros donde salvo sorpresa o que el grupo de favoritos permita una escapada se debe decidir la carrera y también la composición del podio. Ese escenario presenta tres rampas con bajadas complicadas y tramos de pavé estrecho. Fuerza y habilidad serán los argumentos que deberá aplicar Benito para salir airoso de tres zonas complejas como las de Lobby Hill con pendientes que llegan al 9%, 23rd Street que alcanzarán el 13% y un tercer escollo de unos 300 metros con desniveles del 10% que desembocarán en la recta meta a la que Benito espera llegar disputando un lugar en el podio.