Una proeza para alimentar los sueños

Hay victorias que valen más que los dos puntos. Mucho más. La de ayer del Abanca Ademar ante el BM Granollers (28-30) fue de esas. Era un duelo para medir muchas cosas como por ejemplo la capacidad del equipo de Rafa Guijosa para plantar cara a uno de los ‘gallos’ de la liga. También su facultad para alimentar los sueños y hacer creer a toda su parroquia de fieles de que hay argumentos sólidos para la ilusión, para soñar con que se puede hacer una magnífica temporada este año y volver a Europa por la puerta grande. El triunfo de ayer mete de lleno al conjunto leonés en la lucha por la tercera plaza que hasta ahora ocupaba precisamente el Granollers, con el que empata a puntos y de paso envía un claro mensaje a navegantes a toda la Asobal: el Ademar de los buenos tiempos está de vuelta.

Y no era fácil el asunto. Para empezar, el equipo leonés no había ganado en el Olimpic desde 2012. Mucho tiempo sin puntuar en el feudo catalán. Jugaba fuera de casa y venía de una dolorosa derrota por la mínima ante el Teucro. Pero este es un plantel de casta y esa salió a relucir ayer para no perder la cara al envite cuando las cosas peor pintaban en el primer tiempo y caían por 8-5 ante los de Carlos Viver.

El hambre competitiva del Abanca Ademar salió a relucir. Y también el talento porque Vladimir Cupara se sobrepuso a un comienzo frío y gris para firmar otra actuación portentosa bajo los tres palos. Realmente fue una victoria coral donde todo el equipo derrochó esfuerzo pero junto al meta serbio brillaron también de una forma especial el central brasileño Acacio (cada vez más asentado) que dirigió con criterio y sumó siete goles de nueve lanzamientos y el lateral argentino Fede Vieyra que en la recta final —cuando los brazos se encogen— consiguió el tanto de la tranquilidad para cimentar un triunfo de prestigio y que da a este Abanca Ademar un marchamo de equipo grande. Y lo bueno, como suele repetir el técnico Rafa Guijosa es que «no hay techo». El margen de mejora de este bloque todavía es amplio y la temporada es larga. Sin duda hay jugadores que todavía no han ofrecido ni de lejos su mejor versión.

Por lo pronto, la de ayer seguro que se asemeja mucho a esa versión excelsa que sin duda atesora la escuadra marista. La defensa es su seña de identidad y a ella se agarró de inicio con un 6-0 rocoso para empezar a marcar diferencias y ‘gritarle’ al Granollers que habían llegado con intención de asaltar el Olimpic. El 0-2 de inicio con un inspirado Vieyra ya obligó al Granollers a nadar contracorriente. Con 1-3 en el electrónico tras la primera intervención de Cupara, los locales reaccionaron poniéndose por delante gracias a un parcial de 3-0. Y pronto, tras una diana de Adrià Figueras, el equipo de Carlos Viver alcanzaba una renta de tres dianas, 8-5 que cambiaba el panorama por completo.

La defensa de los leoneses no podía con el dinamismo de la ofensiva catalana, si bien la calidad de Acacio le permitía recortar las distancias y mantenerse en el partido. Pero lo que llegaría a renglón seguido fue la segunda exclusión para Gonzalo Carou apenas a los doce minutos, en una áspera batalla con un Adrià Figueras que sacó de sus casillas al veterano jugador ademarista.

Pero el Ademar ayer también se sobrepuso a esto dado que Carou se fue muchos minutos al banquillo para preservarle de una tercera exclusión que supondría la roja directa. El Ademar gestionó bien sus inferioridades (seis ayer por dos de los catalanes) para endosar un parcial de 0-3 que les permitió llegar con empate a 13 al descanso.

A la vuelta, pese a iniciarlo con uno menos por la exclusión de Juanjo en el segundo final de la primera parte, el Ademar se puso dos arriba con dos dianas de Juanín y Fede Vieyra (14-16).

Reaccionaron los artilleros brasileños del Granollers (Toledo siete tantos y Valadao) y el partido entró en una fase de igualdad hasta que en el ecuador de la segunda parte un tanto a la contra del extremo Nacho Huerta daba a los leoneses su máxima renta: 18-23. Renta cimentada en todo un recital de paradones de Cupara que ayer se hizo enorme para el ataque rival.

Pero despertaron los vallesanos y Adrià Pérez puso la emoción al rojo con un 23-24 muy abierto. Marc García empataba a 27 a cuatro minutos y quince para el final. El Ademar cambia atrás y se pone en defensa 5-1 con muy buenos resultados Gestiona bien los minutos finales, conserva su renta mínima y ataca con criterio. Un tiempo muerto fue el preludio al gol decisivo de Vieyra para poner dos arriba a un equipo que supo aguantar bien en defensa y llevarse un gran triunfo.

CUPARA

Tardó algunos minutos en meterse en el partido pero cuando lo hizo volvió a ser el gran muro del Ademar.

VIEYRA

Al argentino no le tembló el brazo para hacer el tanto que selló el sufrido triunfo del equipo leonés.