FÚTBOL
Neymar intimida al Villarreal
El Barcelona sella una convincente goleada ante la red que tejió el equipo de Marcelino. El jugador brasileño firma una auténtica obra de arte en el segundo tanto
Un buen Barça, sólido, paciente, y una vez más liderado en ataque por Neymar, que marcó dos goles (uno de ellos de bandera), y dirigido con maestría por Busquets, derrotó ayer a un gran Villarreal (3-0), que aguantó una hora y por momentos dio sensación de poder llevarse algo positivo del Camp Nou, aunque acabó goleado.
El cuadro catalán ha encadenado dos victorias consecutivas muy convincentes (Getafe y Villarreal) y se planta en vísperas (el fin de semana que viene hay parón) de viajar al Santiago Bernabéu en el mejor momento de la temporada y con posibilidades de mejorar, ya que Luis Enrique aún tiene un as en la manga escondido, en caso de que Messi apure su recuperación.
Ante la baja del argentino, el técnico barcelonista pidió a sus hombres que dieran un paso adelante y quien lo ha dado de verdad es Neymar. Sin Messi, juega con más libertad (y con más galones), cae más al centro, y por sus botas pasa buena parte del juego de ataque de su equipo. Es ‘pichichi’ del campeonato, con once tantos, y en su tercera temporada en España se está viendo su mejor versión desde que aterrizó en Can Barça procedente del Santos. Su segundo tanto, el tercero del Barça, fue una obra de arte y le define al 100% como futbolista: rápido, imaginativo, con una técnica depurada y certero en la definición. Hacía tiempo que los aficionados azulgranas no sacaban sus pañuelos de los bolsillos por un tanto que no fuera de Messi.
Su complicidad con Luis Suárez es además total y hoy por hoy forman la mejor dupla atacante del campeonato. El que también está en un estado dulce es Busquets. Cuando el centrocampista de Badía está fino, su equipo crece de manera exponencial: puede presionar más arriba, se adelantan las posiciones y las líneas están más juntas. El buen momento de Sergi Roberto y la frescura de Iniesta son muy buenas noticias también para el barcelonismo.
El Barça, en cualquier caso, tuvo que ponerse el mono de trabajo para derrotar al cuadro castellonense, que salió muy bien puesto, ocupando todos los espacios, presionando muy fuerte, físico, y con ambición por buscar la portería de Bravo. Desde el inicio, al equipo amarillo se le veía muy bien armado. Marcelino tejió una red muy tupida, hasta que la clase del brasileño la desenredó.