Cerrar

EL CLÁSICO

Iniesta reclama "un partido perfecto"

El centrocampista espera que el Barcelona sea "protagonista en el césped" y no se fía de los problemas del Madrid

Iniesta, en el entrenamiento en la Ciutat Esportiva del Barça

Publicado por
JOAN DOMÈNECH / BARCELONA
León

Creado:

Actualizado:

Será el primero en entrar en el césped liderando al Barça. AndrésIniesta empezará a vivir el clásico desde un ángulo inusual, desconocido para él. Al frente del equipo, portando el brazalete. Pero a partir de entonces, su rol será el que ha desempañado en la última década, hasta el punto de convertirse en el futbolista que más clásicos habrá disputado de los que se reunirán en el Bernabéu.

31 acumula ya Iniesta. Tantos como años tiene. Con recuerdos de todo tipo, aunque como protagonista de la época más brillante del Barça predominan los buenos. Entre ellos, el 2-6 del 2009 es “el más llamativo”. O el 0-3 que firmó Ronaldinho, que también supuso el estreno de Messi en el Bernabéu y del que se cumplen diez años.

Iniesta sustituyó en aquel encuentro a Leo. Si todo discurre según lo previsto, los dos coincidirán en la alineación. Transcurrido todo este tiempo, a Andrés el clásico le sigue poniendo “como una moto”, ha dicho, para no ser tan taxativo como Piqué, que se pone “cachondo”. Aunque sea el poseedor del brazalete, no está previsto que haga un parlamento motivador en el vestuario que encorajine a sus compañeros. Entre otros motivos, “porque no hace falta decir nada, todo el mundo sabe lo que tiene que hacer”.

Ganar en el feudo del máximo rival exige al Barcelona “un partido perfecto”. Así ha sido siempre. El resumen se amplía en tres vertientes, tónica común en cada uno de los éxitos precedentes. La receta, desgranada por Iniesta, es la siguiente: “Intentar ser protagonistas con el balón, dominar el juego el máximo tiempo posible y transformar las ocasiones”.

 

Actitud prudente

El Barça viaja al Bernabéu con la tranquilidad de estar por encima en la clasificación, aunque el nuevo capitán azulgrana entiende que esa paz de espíritu viene dada “por la regularidad” que ha mostrado el equipo hasta que aconteció el parón liguero, conflictivo y luctuoso por los actos terroristas de París y la cancelación del Alemania-Holanda y el Bélgica-España.

Iniesta considera que el desenlace del clásico “no será determinante” para las Liga, como tampoco lo es la situación deportiva que vive cada equipo, aparentemente peor en el caso del Madrid por los distintos problemas (los líos de Benzema, el bajón de Cristiano, las lesiones de Navas y Marcelo, el descontento con Benítez…) que confluyen en el Bernabéu.

Nada de eso conmueve al interior de Fuentealbilla ni genera un especial optimismo en las filas azulgranas. “Decir que es un Madrid más débil que otros años sería muy atrevido por nuestra parte y no es el pensamiento que tenemos”, asegura Iniesta. “Los tres puntos de ventaja que tenemos no nos han de confundir”, insiste, huyendo de un exceso de confianza.

“Independientemente de los entrenadores que tenga, la clasificación o las sensaciones que emita, el Madrid siempre es un rival muy potente, de los mejores del mundo y complicadísimo de superar”, es la reflexión del cerebro barcelonista, que emplaza al equipo a adueñarse de la pelota, a querer mandar sobre el césped, como hace años, para volver “con una inyección de moral” que separaría la brecha hasta los seis puntos. Y conservar, así, “un maravilloso recuerdo”, otro, de su estreno como capitán del Barça en el Bernabéu.