Cristianazo al Madrid

La leyenda de la Peña crece. Un equipazo de futbolistas leoneses con mucho talento miró a la cara a todo un Real Madrid. Nunca bajó la cabeza. Ni siquiera cuando Lin, la joya china del Real Madrid que costó 300.000 euros, adelantó a su equipo en el marcador tras paradón de Álex. El bloque leonés no se vino abajo. Adrián Benavides, el entrenador peñista, fue fiel una vez más a sus principios. Manejó el partido y lo controló de principio a fin, ganándole siempre la partida a su colega Luis Miguel Ramis. Situó la línea de tres en defensa y movió a sus futbolistas para imponerse en la medular, con el delantero Fraguas arropando al centro del campo y cayendo a la banda izquierda. La primera la tuvo la Peña por mediación de Fraguas, pero el meta Luca Zidane, con ventaja, le impidió con su salida llegar con más fuerza a un balón dividido. Después, en la única que tuvo el Madrid en todo el encuentro, tras un chutazo de Fidalgo desde fuera del área rechazado por Álex con una soberbia intervención, el balón se quedó centrado en el área y Lin remató a placer a la red.

El gol espoleó a la Peña. El equipo leonés no se rindió. Tras el descanso, los de Adrián Benavides salieron con ansia de obrar el milagro. Y llegó el Cristianazo. Una falta al borde del área la ejecutó Cristian de forma magistral, colando el balón por la misma escuadra de Luca Zidane. Un golazo. Después, la Peña buscó el triunfo. Se fue arriba. En los nueve minutos que restaban llegó tres veces y se mascó la victoria, aunque el empate se celebró a lo grande entre los 3.000 aficionados leoneses que invadieron el Área Deportiva y colapsaron el aparcamiento.

Otro éxito de la Peña que se debe a un grupo de chavales con talento y en el que tienen cabida también los héroes del ascenso. Marcos y Zanetti lo festejaron por todo lo alto. El presidente, Manuel Díaz, está orgulloso. El vicepresidente, Roberto García, quiso acordarse de «todas los jugadores, las familias y todos los que formamos parte de la Peña. Esto emociona», dijo. Todos estaban. Victorio, Jorge y su hijo Guillermo, Tomé, el presidente del fútbol leonés Tino, Armando... Tampoco faltaron el alcalde Antonio Silván y el concejal de Deportes José María López Benito. Antonio Ruiz representó al Madrid y le maravilló el ambientazo.