La Peña es el mejor equipo leonés de 2015
El club leonés conquistó el ascenso a la División de Honor en mayo y terminó el año en quinto lugar, tras los cuatro grandes.
Cuando el año deportivo 2015 toca a su fin, hay que reconocer que el mejor equipo leonés ha sido la Peña. Un equipo, el peñista, que conquistó el ascenso a la División de Honor Juvenil en el mes de mayo, después de batir al Atlético Bembibre en el último partido de Liga y superar en la carrera de fondo que es el campeonato de Liga a un rival que creyó haber cazado el objetivo antes de tiempo, el Santa Marta. La Peña, de la mano sabia de Adrián Benavides, llegó pletórica al final de la temporada. El preparador físico, Abel Falagán, suministró la gasolina con la conciencia de que la campaña iba a ser muy larga. Y el bloque leonés llegó al final con el depósito cargado para acometer el último tercio de la competición como una apisonadora.
Tras conquistar el ascenso soñado, precisamente la temporada en la que el club cumple el cincuenta aniversario, la hornada del 97, que tantos logros ha dado al fútbol de cantera leonés, ha llevado a la Peña al quinto puesto de la clasificación cuando ya se ha jugado el primer partido de la segunda vuelta. Un equipo, entendido en la plena extensión de la palabra, que ha hecho afición con más de 3.000 aficionados en el Área Deportiva en su último encuentro de Liga ante el Real Madrid. Un equipo que es una piña y que tiene como único jefe a su entrenador, Adrián Benavides, un hombre capaz de empresas mayores y al que la Peña debe estarle eternamente agradecido. Un equipo que maneja, con sus virtudes y limitaciones, un entrenador que no deja nada a la improvisación. Trabajador y estudioso hasta límites que emocionan. Está comprobado. Y si no que se lo pregunten a las 3.000 almas que asistieron al heroico ‘Cristianazo’.
La plantilla pone todo de su parte. Álex es un portero sobrio y seguro. David es un lateral firme que ha crecido una barbaridad. Celada es un portento físico. Jon conjuga el orden de su inteligente cabeza con sus piernas. Franco es el Piqué de la Peña, seguro, rápido, valiente y jamás vuelve la cara. Meléndez es el correcaminos que todo equipo desearía tener. Cristian es la pausa y la calidad en un jugador de fútbol. Alfonso es el sacrificio continuado por el equipo. Ayala es la genialidad hecha futbolista. Manu es el bregador incansable. Fraguas es la zurda de seda y el peligro a ras de césped y en las alturas, la referencia en ataque. Marcos y Rubén son dos porteros de plenas garantías. Pulgar es el muro en la defensa. Koke es la bala. Riesco es la elegancia en el campo. Rubi es la fuerza y la entrega. Samu es la pelea. Cantabrana es el músculo para momentos puntuales. Javi es el argumento que se necesita para dar un giro al partido. Y Mariano es el impulso y la energía. Esta es la Peña. El mejor equipo leonés de 2015 que preside con orgullo Manuel Díaz.