OTRO protagonista DEL AÑO
El Sevilla de Unai Emery asalta el cielo europeo
El año 2015 quedará una vez más grabado, como casi todos los que van desde que comenzó el nuevo siglo, como uno de los mejores para la afición sevillista. El equipo que abandera la cuarta ciudad más importante de España desde hace más de 100 años alzó su cuarto entorchado en la segunda competición europea, convirtiéndose de este modo en el único club de la historia en lograrlo hasta la fecha. Un honor que se celebró por todo lo alto por los seguidores y la plantilla, sobre todo por muchos de los profesionales que conocían ya antes de enfrentarse en la final de Varsovia al Dnipro ucraniano que en verano se irían con sus maletas a aventuras más prestigiosas. Uno de esos integrantes que cerca estuvo de marcharse era Unai Emery. El técnico vasco ocultó a todo el mundo hasta principios de la siguiente temporada qué iba a hacer. Pese a que renovó con la entidad, realmente tenía en su mente marcharse hacia un rumbo desconocido pero en cuyo horizonte grandes contratos le auguraban tener el futuro resuelto de por vida. De ahí que pidiera permiso al director deportivo, su jefe dentro de la entidad de Nervión, ‘Monchi’, para reunirse con los clubes que llamaran a su puerta. Muchos se interesaron pero solo dos despertaron de verdad el interés de Emery. Los dos, italianos. Él era consciente de que se había convertido en uno de los técnicos de mayor prestigio. 2015 fue su asalto a los cielos particular. Rechazó las propuestas económicas sustanciosas de Milan y Nápoles por un proyecto serio. Esa fue la razón por la que al final decidió quedarse en Sevilla, su tierra de adopción como él mismo reconoció. A la que llegó con el característico sol de invierno hispalense para llevar a la escuadra rojiblanca de nuevo a las portadas de los diarios deportivos. Venció en 2014 y lo repitió en el presente año. El póquer de la extinta UEFA se completaba con la clasificación directa a la ‘Champions’.