El deporte en Estados Unidos es una forma de vida

—Siempre se ha dicho que en Estados Unidos el deportista cuenta con un apoyo extraordinario, sea profesional o universitario. ¿Lo has visto así?

—El deporte allí esta arraigado en la vida de todos los norteamericanos. Forma parte de su estilo de vida. Desde pequeños se enseñan a los niños a practicar dos o tres deportes y luego cuando van creciendo tienen todas las facilidades para practicarlo. En ese apartado nos llevan mucho adelanto porque allí un deportista que es bueno no tiene que malvivir y puede centrarse en entrenar y competir sin tener que preocuparse de otras cosas. En España a pesar de que seas un deportista profesional en gran parte de las disciplinas tienes que hacer encaje de bolillos para centrarte por completo a ellas o compaginarlas con un trabajo. Y eso resto no sólo capacidad de progresar, también a veces lleva a algunos a dejarlo. Además Estados Unidos es un país inmenso y también la cantidad hace mucho para que salgan grandes deportistas.

—¿Qué esperas para la nueva etapa al otro lado del Atlántico?

—Pasaré del cross a la pista pero creo que no voy a tener inconvenientes. Ya tengo experiencia del pasado año y eso me ayudará. Además he crecido como deportista y espero que eso se traduzca en la pista. Voy a dar muchos sustos, siempre en plan positivo. Intentaré que mi paso por allí tanto en la Universidad de Temple como en la NCAA se recuerde por mucho tiempo. Creo que puedo hacerlo y además me vendrá muy bien para luego mirar con mayor certeza a la opción de estar en los Juegos de Río. Va a ser exigente pero a mí me van los retos porque te hacen crecer y progresar.