Francia defiende su corona

Instalada en la leyenda, la selección francesa de balonmano abre hoy el Europeo 2016 midiéndose a Macedonia a las 18.00 en el Grupo A. Ese, no obstante, será el segundo partido de la jornada. Antes, el Croacia-Bielorrusia (16.00) se encargará de levantar el telón a la cita europea en el Grupo B. Polonia-Serbia (20.30) e Islandia-Noruega (18.15) completan esta primera jornada.

En todo caso, Francia (actual campeona del mundo y olímpica) acapara el mayor protagonismo. Los galos pondrán a prueba su insaciable hambre de victoria en un Europeo de Polonia que no figura como el gran objetivo del curso para los de Claude Onesta, que tendrán como prioridad revalidar el oro olímpico conquistado hace cuatro años en Londres.

Motivación que no les faltará ni a Dinamarca, ni a España, ni a Polonia, los otros tres grandes favoritos al título, que necesitan ceñirse la corona continental para asegurar su presencia en los Juegos de Río sin necesidad de pasar por los preolímpicos.

El mismo objetivo con el que afrontará la cita la bipolar selección croata, que mermada por las lesiones y en pleno relevo generacional ha visto rebajado su habitual cartel de favorito al de tapado, en espera de cualquier mínimo fallo de los principales aspirantes para asaltar el trono europeo.

Sin embargo, nunca hay que dudar de la competitividad de Francia, que ya ha demostrado en incontables ocasiones su capacidad para salir victoriosa en torneos en los que, a priori, parecía más en cuestión la supremacía del conjunto galo. Una situación en la que se maneja como nadie el conjunto francés y en particular su técnico Claude Onesta, que ya ha comenzado la batalla psicológica, descargando de responsabilidades a su equipo, amparado en las numerosas bajas, especialmente en el lateral izquierdo, que le han obligado a introducir más novedades de las de costumbre.

Pero la presencia de jugadores como Thierry Omeyer, Daniel Narcisse o Nikola Karabatic, indiscutible número uno del balonmano mundial, mantienen inalterable el papel de máximo favorito de una selección francesa, que buscará agigantar en Polonia todavía más su leyenda con la conquista de un cuarto título continental, algo tan sólo logrado hasta ahora por Suecia.

Un triunfo francés que intentará evitar Dinamarca, campeona del torneo en los años 2008 y 2012, aunque para ello, los del islandés Gudmundur Gudmundsson deberán resolver los problemas defensivos que les ha creado la ausencia del pivote René Toft Hansen.

La lesión del jugador del Kiel alemán, que sufrió el pasado mes de diciembre la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha, deja un enorme vacío en el centro de la zaga del equipo danés, tal y como pudo comprobarse el pasado domingo en París, donde Dinamarca cayó por un claro 36-28 ante Francia.

No obstante, Dinamarca, que tampoco podrá contar con el lateral Lasse Andersson, una de las revelaciones de la presente edición de la Liga de Campeones, posee recursos suficientes para pelear por el oro, gracias al talento de jugadores como el portero Niklas Landin o el lateral Mikkel Hansen, el único capacitado para discutir el trono mundial a Nikola Karabatic.