A trompicones, pero dos puntos

Abanca Ademar 30 Guadalajara 29 Atenazado en exceso y sin jugar bien el equipo leonés salva los muebles ante el Guadalajara y aguanta en la pelea por Europa

georgino fernández | león

Parece claro. El Abanca Ademar ha vuelto a la competición liguera sin la chispa con que terminó la primera vuelta. Cayó ante el Huesca hace una semana y ayer, en el primer partido en el Palacio, sufrió lo indecible para derrotar por la mínima (30-29) a un Guadalajara peleón que no perdió nunca la cara a un envite que —sobre todo del lado ademarista— funcionó más con arreones de coraje que con claridad de ideas ofensivas. Y es que parece también claro que el equipo leonés tiene problemas para circular el balón y los muchos minutos de atasco en ataque que se vieron ayer lo corroboran.

La baja del central brasileño Acacio se nota y mucho. Las alternativas que utiliza habitualmente el técnico Rafa Guijosa no funcionaron ante el Guadalajara. Ni Mikel ni Leo Santos consiguen darle al ataque el ritmo dinámico que necesita el Ademar sacar a relucir su mejor versión y la entrada algunos minutos del bosnio Zildzic tampoco aportó soluciones.

Curiosamente la solución vino de un hombre de la casa y también lateral, Rodrigo, que jugando de central supo ver los huecos que se abrían en la defensa del Guadalajara y atacarlos con decisión. Suyos fueron los dos goles que en los minutos realmente decisivos encauzaron el sufrido triunfo marista. Ayer aportó el oxígeno cuando más lo necesitaba el equipo.

Pero no fue el único que contribuyó a desequilibrar la balanza del lado leonés. Las paradas de Nacho Biosca en la segunda parte, cuando el partido era un cara a cara tremendo con sucesión de empates, fueron también vitales. Y a una altura parecida están los cinco goles de garra que llevaron la firma de Juanjo Fernández que se vació también en defensa, los siete del argentino Fede Vieyra o el buen hacer de Diego Piñeiro desde el pivote.

Entre todos ‘cocinaron’ un cóctel que le sirvió al Abanca Ademar para sumar dos puntos de oro y mantenerse en la lucha —cada vez más encarnizada— por los puestos europeos.

El arranque del choque ya fue premonitorio. En la previa, el técnico Rafa Guijosa había advertido que todas las derrotas de sus hombres esta campaña han tenido un denominador común: un mal inicio. Y el 0-2 de partida no pintaba bien. Las sensaciones no eran malas en defensa (aunque ayer no fue la tarde de Cupara) pero en ataque se veía a un equipo demasiado atenazado, como si la presión les pesase en los brazos y en la determinación a la hora de mirar la puerta rival. Todo lo contrario que el extremo brasileño Chuffia que con sus doce tantos ayer sigue entre los tres mejores goleadores de la liga.

En la primera parte el Ademar se mostró demasiado espeso y lo único bueno fue, que ofreciendo una de sus peores versiones, sólo se fue al descanso cayendo de uno: 13-14.

En la segunda, por fortuna, ya se vieron algunos síntomas de cambio. La defensa 6-0 con Juanjo en el centro ante la baja de Caro que se despertó con vértigos y no fue convocado aumentó en intensidad y el ataque del Guadalajara se oscureció. La entrada de Carrillo dio otro plus al equipo: sujetó bien a Chiuffa y sus contras fueron letales. Dos tantos de coraje de Juanjo ponen de nuevo al Ademar con tres arriba 24-21 pero los de Guijosa no rompen el partido y Gudalajara empata de nuevo. Quedan unos minutos y la salida de Rodrigo es fundamental: no le tiemba el pulso para hacer los dos tantos que aguantan la exigua renta leonesa.