LUCHA LEONESA
¿Hay quien no lo quiera luchar?
El ‘Desafío Lucha por la Montaña’, un empuje de ilusión y garra que une.
A. Barreñada | León
Si con los «seis honestos sirvientes» de Kipling supiéramos ajustar las respuestas a lo más necesario, tal vez pudiéramos dar cuenta, aunque ligera, de por qué, cuándo, cómo, dónde, quién y qué es el «Desafío Lucha por la Montaña Leonesa 2016».
Las redes sociales, los medios, los ambientes de la Lucha, y de otras luchas, están bullendo desde hace días con un muy agradable repique sobre un empeño que comienza a ser percibido, aún en parte de todo lo que es.
«Es una iniciativa comunitaria, constructiva, participativa y activa», la han definido así sus gestadores, quienes fijaron su primer objetivo en «la promoción de la Lucha y la Montaña Leonesa», pero, tal como han dejado muy claro, «nuestro horizonte está más allá: queremos contribuir al desarrollo sostenible de la Montaña Leonesa y a un futuro próspero y de esperanza para las zonas rurales, utilizando la Lucha Leonesa como uno de los motores para su desarrollo».
Quienes lo han dicho y se han puesto a hacerlo posible desde hace mucho más de lo que es público son los luchadores Carlos Fernández, de La Vecilla, y Víctor Llamazares, de Valderrueda. Con ellos, siguiendo ese planteamiento de actividad comunitaria, hay otros (y habrá más), pero destaca el fundamental apoyo de Cesareo Fernández, responsable de Cidecot, quien ha auspiciado la iniciativa y cuanto la rodea desde una propuesta global que hace tiempo ya ha tocado a facendera desde las peñas: «Montaña Leonesa ¡Viva!».
La tradicional labor comunitaria de nuestros pueblos es un modelo, como lo es el concejo, el que tiene el mismo alma circular del corro. Los valores tradicionales se revelan en esta propuesta como, mucho más que añoranzas «de aldea», dinamizadores de unas tierras y gentes que ya no quieren resignarse más, porque «el momento es ahora».
Será en el mes de junio, los días 11 y 12, cuando algunas de las propuestas centrales del «Desafío» se vivan en la ciudad de León, en una gran «feria» ubicada en la explanada ante el Auditorio, en la que se quiere reunir todos los atractivos de la Montaña y en un gran corro de lucha leonesa, con escenario en el Palacio de Deportes, que se pretende venza las inercias que la hacen languidecer, la muestren como lo que es: un genuino potencial.
La ruta trazada, y la que se hace al andar, se comenzó a mostrar a comienzos de año, con la presencia de la lucha en la feria internacional de turismo de Utrecht. Lejos de demasiado acostumbradas auto-contemplaciones o limitaciones, la mirada tiende alto, como la que se tiene desde las peñas. Europa está en ese camino, desde los primeros pasos, y tiene oportunidades para Lucha y Montaña leonesas que se van a aprovechar, más allá de este 2016.
La resonancia más vivaz está en estos días en multitud de mensajes y pequeños vídeos que desbordan el Facebook de la iniciativa, con figuras públicas, gentes de la cultura, el deporte, el espectáculo, gentes de la lucha, y de otras luchas... y mucha ilusión en manos, voz y apoyo de quienes son el futuro para el que se sueña y trabaja.
¿Y, por qué? Porque la Montaña estaba ahí... y «porque es tiempo de que dejemos atrás de una vez por todas el discurso pesimista, miremos hacia el futuro con esperanza, la esperanza que alimentó el coraje y la fuerza de todos nuestros paisanos que han mantenido la Montaña viva durante siglos».