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BALONMANO

Rumbo hacia la Final Four

El Ademar exhibe de nuevo su mejor versión para pasar por encima del Benidorm y poner proa hacia la final a cuatro de la Copa del Rey

El lateral brasileño Leo Santos, autor ayer de tres goles, se las tuvo tiesas en varias ocasiones con los defensores del Benidorm. JESÚS

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GEORGINO FERNÁNDEZ | LEÓN
León

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Abanca Ademar 33 Benidorm 21 

Pocos goles. Límite de 25. Ese fue el rasero que puso antes del partido el técnico del Abanca Ademar, Rafa Guijosa, para calibrar las opciones de victoria de sus hombres en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Benidorm. La experiencia le ha hecho saber esta campaña que cuando el equipo se distancia en exceso de esa cifra las cosas pintan mal y cuando se pone por debajo todo marcha sobre ruedas.

Afortunadamente la rueda de la maquinaria ademarista giró ayer a tal velocidad que acabó atropellando a un Benidorm que no se esperaba un repaso tan grande en el Palacio. El 33-21 con que acabó el partido (nada menos que doce arriba) permite al equipo leonés poner proa de forma clara hacia la Final Four de la Copa del Rey y (salvo hecatombe que nadie espera) permite encarar el partido de vuelta el próximo sábado con el mayor de los optimismos y una enorme dosis de tranquilidad.

Un resultado de ensueño que, curiosamente, no hizo presagiar el inicio del choque cuando dos despistes defensivos permitieron a los alicantinos ponerse con un preocupante 0-2 a los tres minutos de partido. Pero ese fue su canto del cisne en el partido. Bastó que el 6-0 defensivo que planteó de inicio Guijosa se mostrase más intenso y compacto con Carou y Juanjo como principales valedores y que Cupara empezase empequeñecer la portería marista con sus paradas (casi un 37% de acierto firmó ayer el meta serbio) para que al Benidorm se le nublasen las ideas en el feudo leonés. Sus goles empezaron a llegar con cuentagotas y por contra el Ademar hizo gala de su potencial ofensivo con sus dos laterales en estado on fire: Vieyra y Leo Santos. Seis tantos llevaron la firma del argentino y tres hizo el brasileño. La defensa andaluza nunca fue capaz de parar sus lanzamientos ni tampoco los de Acacio que dirigió con criterio y aportó otros tres goles.

El ataque posicional de los de Guijosa funciona. No da la sensación de atasco que ha ofrecido en partidos recientes en el Palacio y se nota. En la dirección se suceden un muy bienvenido Acacio, Zildzic y Rodrigo y el ritmo que imponen al juego leonés resulta inalcanzable para el Benidorm. Como resultado la brecha se agranda. Cuando Diego Piñeiro, apuesta clara en el pivote ofensivo en ese inicio, pone el 8-4 en el marcador, Fernando Latorre pide el tiempo muerto. Del minuto diez al quince su equipo ha encajado un parcial de 4-0 que permite al Ademar doblarle en el marcador (8-4).

Defensa y portería sostienen el poderoso juego ademarista y ponen los cimientos sólidos para una gran victoria. La renta sigue creciendo: 12-6 en el minuto 22. El Benidorm no es capaz de superar la fortaleza atrás de los leoneses y el Ademar, por el contrario, sabe atacar con acierto las variantes que le ponen delante para intentar frenar su avance. Los alicantinos sólo son capaces de hacer goles con cuentagotas y el Ademar es capaz de marcarle incluso en situaciones de inferioridad. Con 16-8 en el marcador termina la primera mitad. Exhibición defensiva con mayúsculas de los hombres de Guijosa.

El interrogante para la segunda era saber si el Abanca Ademar mantendría el ritmo y el nivel de los primeros treinta minutos. Con un corte en defensa y gol a la contra de Carrillo —que se sumó al festival ofensivo con cinco dianas— quedó perfectamente claro que esa era la idea. El Benidorm tardó casi cuatro minutos en perforar la meta leonesa defendida por un gran Cupara y fue en una situación de inferioridad.

Las exclusiones amenazan con cortar el ritmo marista —dos seguidas de Carou y una de Santos— pero el equipo aguanta el tipo. Incluso en una ocasión con cuatro jugadores en pista obligan al Benidorm a desperdiciar un ataque por un error en el pase. Detalle significativo de cómo se defendió ayer. La renta se estabiliza en tornoa los diez goles con un Vieyra pletórico que continúa martilleando la portería rival. En el ecuador de la segunda mitad, la ventaja crece por primera vez a los doce tantos: 26-14.

Lógicamente, la intensidad baja ligeramente pero ahí está Guijosa para salir al paso. Pide un tiempo muerto con 27-17 de ventaja para reclamar que nadie levante el pie del acelerador. Es una noche para sentenciar y el Abanca Ademar se aplica a ello para llegar al final con un 33-21 en el marcador que le coloca prácticamente en la Final Four.