El Atlético nunca deja de creer
Atlético de Madrid 0 PSV Eindhoven 0 Tras una prórroga y 16 penaltis, el equipo de Simeone apea al PSV con más sufrimiento del esperado. Juanfran, el héroe
RODRIGO ERRASTI | MADRID
El Atlético, tras castigar el corazón de su hinchada, vuelve a estar entre los ocho mejores de Europa. Tras un apuesta demasiado conservadora de Simeone, el billete a cuartos entre los madrileños y el PSV holandés se decidió desde el punto de penalti. Tras 210 minutos sin gol al igual que los 90 minutos de la ida (0-0), tuvo que ser Juanfran el que marcase después del primer error tras 14 lanzamientos. El alicantino, ejemplo de superación, fue letal desde los once metros.
Así, como sucediera la pasada campaña, el sufrimiento le mereció la pena al Calderón, que volverá a disfrutar de los cuartos europeos. Sería un buen momento la victoria para que su cuerpo técnico reflexionase. Nadie niega que desde la llegada al banquillo de Simeone el club se ha acostumbrado a noches grandes, a momentos únicos en la mejor competición continental. Cholo le ha devuelto la grandeza al club, pero ante el PSV quizá se olvidó del botín logrado estos años al apostar por un planteamiento reservón, y acertado por el resultado final, pero que le obligó a vivir en la taquicardia ante un rival inferior. Cuando se desmelenó estuvo cerca de lograr ese decisivo tanto que en citas tan cerradas era una especie de gol de oro de barrio: el primero en lograrlo, vencedor.
La afición rojiblanca sabía del peligro del 0-0, más aún al ver al PSV vestido igual que el Celta, el último día que el Calderón lloró, y se partió la garganta. Era un ambiente de final, con llenazo, tifo incluído e himno a capella. El primer ‘uy’ llegó antes de que se llegase al centenar de segundos, pero Zoet demostró por qué es el que más paradas ha hecho en esta Champions ante Carrasco. El belga, con despliego físico y capacidad para moverse entre líneas y por banda, fue el elegido como refuerzo ofensivo. Augusto formaba por delante de la zaga, en un 4-1-4-1 que a ratos era 4-4-2 replegado en campo propio esperando el error rival.
Sin espacios Y es que, aunque se esperaba una salida a morder, presión a toda cancha y arranque espectacular, el Atleti apostó por no ir de frente a por el partido. El Cholo, que pedía ayuda a la hinchada desde la banda, decidió evitar un intercambio de golpes, Zoet rivalizó con Oblak tras un golpeo de Filipe, y optó por regresar el orden táctico: Kranevitter por Carraso. En la prórroga, con Lucas por el lesionado Godín, al Atlético le costaba encontrar huecos ante una zaga de cinco. Saúl y Gabi demostraban sus pulmones, buscaban a un Griezmann al que Zoet le ha comido la moral en esta ronda. El gol no llegaba tampoco en la estrategia. Y llegaron los penaltis. Normalmente lo hace bien el que mejor maneja los nervios y tiene más fe. Y este Atlético de Simeone tiene muchos creyentes. Y lo decidió el que más cree: Juanfran.