Intoxicados 135 menores leoneses que participaban en un torneo de basket

MIGUEL ÁNGEL TRANCA | LeÓN

Lo que para los jugadores del CB Agustinos y 6,25 de Ponferrada iba a ser una experiencia deportiva ilusionante con la disputa de la Villagarcía Basket Cup se convirtió entre la tarde del viernes y la jornada de ayer en una situación ajetreada que, por motivos extradeportivos les llevó a tener que volver a casa de forma precipitada. La causa, la intoxicación de buena parte de ellos (la Policía Local y los servicios médicos apuntan a algún alimento o el agua) que afectaba a 135 (55 del club leonés y 80 del berciano).

Diarreas y vómitos se convirtieron en los síntomas que apenas eludieron una quincena de ambas delegaciones y que llevó a dos de ellos, de 15 y 16 años y pertenecientes al 6,25 de Ponferrada, a ser trasladados al hospital de Salnés por precaución ya que no respondían al tratamiento. Eso sí, ninguno de ellos parece un cuadro grave. Tampoco los otros afectados de los que cerca de una treintena también tuvieron que recibir atención farmacológica para paliar los efectos de una intoxicación que afectaba a casi todos los integrantes de los clubes desde la edad alevín a la júnior.

Según fuentes de los propios afectados los primeros que empezaron a sentir los síntomas fueron los jugadores del 6,25 de Ponferrada que ocupaban preecisamente la primera planta del hotel aunque la mayor parte de los cuadros clínicos se producían ayer viernes a primera hora de la mañana lo que obligaba a los responsables del Agustinos y 6,25 a llamar al 112. Al hospital se presentaron los servicios sanitarios y dos ambulancias para tratar a los afectados.

Del CB 6,25 Ponferrada, cuya delegación estaba compuesta por cerca de 90 personas, la intoxicación afectaba a 80 mientras que por parte del CB Agustinos de los 61 integrantes sólo se libraron seis.

En ambos casos y después de ser tratados por los servicios médicos los dos equipos decidían abandonar la competición (Villagarcía Basket Cup) y regresar a León y Ponferrada.

Respecto a las causas de la intoxicación y después de que se descartara un cuadro vírico como dejaban entreveer en un primer momento fuentes del hotel, se barajan la ingesta de algún alimento o una posibilidad que cobra mayor fuerza, la del agua. El hecho de que los primertos afectados fueran los de la primera planta y posteriormente el cuadfro clínico de vómitos y diarreas se extendiera al resto hace suponer que ahí pueda estar el origen de una intoxicación que para los afectados supone un mal trago aunque sin consecuencias graves.

Ni los 133 jugadores en edades alevín, infantil, cadete y júnior que recibieron la atención en el mismo hotel ni los dos de 15 y 16 años que por precaución fueron trastalados al hospital sufren consecuencias importantes.