La fe de Bale es inquebrantable

ignacio tylko | madrid

Gareth Bale, uno de los jugadores más en forma del Real Madrid tras superar su última lesión en el sóleo y autor ya de 15 dianas en este torneo de la regularidad, le tiene especiales ganas al Barça tras el 0-4 de la primera vuelta y confía en que su equipo dé la sorpresa en el clásico del sábado en el Camp Nou.

El galés aún no le ha marcado un gol a los azulgrana en los cuatro choques que ha disputado frente a ellos en Liga, pero nadie olvida aquella carrera prodigiosa en la que, tras superar a Marc Bartra, lesionado, y ganarle en el mano a mano al portero Pinto, el británico le dio el Real Madrid de José Mourinho una Copa del Rey, el 16 de abril de 2014 en Mestalla.

Bale es tan optimista que aún no da la Liga por acabada. «Sabemos que estamos 10 puntos por detrás en la tabla pero vamos a seguir luchando porque el título aún es posible si ganamos. Y para ello hay que atacarles, jugar al cien por cien y buscarles sus debilidades».

No cree el ‘Expreso de Cardiff’ que al Real Madrid le perjudique la atmósfera que se respira en el feudo azulgrana por el recuerdo a Johan Cruyff: «No nos afectará el ambiente. Johan es una leyenda y todo el mundo del fútbol le respeta. Nosotros también le homenajearemos y con todo merecimiento».

Se sabe más reconocido en el fútbol español y se siente más adaptado y feliz. «Supongo que ha cambiado un poco la opinión que había sobre mí en España. Era importante seguir trabajando duro y está temporada me siento más importante para el equipo. Estoy muy bien, pero espero seguir mejorando. Es difícil brillar desde el principio en un país extranjero, en otra Liga con menos espacios que en la Premier, y desgraciadamente también hay lesiones».

Habló claro el galés sobre su demarcación preferida: «Todo el mundo sabe que me gusta jugar por el centro y ser capaz de moverme. Pero si no puedo hacerlo ahí o por la derecha, no me importa entrar por la izquierda», dijo.

¿Qué le pide Zidane en el campo?: «Creo que lo mismo que a todos, que ataquemos y defendamos como un equipo y estemos juntos. A lo mejor en el pasado no estábamos tan unidos, pero ahora sí. Zidane hace lo que haría cualquier entrenador y es normal que nos grite cuando hace falta. Lo está haciendo muy bien», valoró.