El Deportivo aguanta con diez y suma un punto en el derbi gallego
A. GANTES | VIGO
Celta y Deportivo firmaron tablas (1-1) en el derbi gallego, un resultado que satisface más al equipo coruñés, pese a que se había adelantado con un gol de Celso Borges, ya que jugó los últimos veinte minutos con un futbolista menos por expulsión del central Alejandro Arribas.
Empezó el partido como había soñado Víctor Sánchez, con su equipo adueñándose del centro del campo y dominando a un Celta atenazado en su juego y con demasiadas dudas.
Al igual que en el partido de Riazor, al Celta le costó entrar en el choque pese a que Berizzo intentó sorprender a su rival dejando en el banquillo al sueco John Guidetti para situar a Aspas como nueve y al belga Bongonda pegado a la banda derecha.
Sidney, en el minuto 18, rozó el 0-1 con un cabezazo que se marchó fuera después de que tocase en el cuerpo de Wass. Balaídos, enmudecido por la imagen que estaba ofreciendo su equipo, respiró, aunque su alivio apenas duró un par de minutos, el tiempo que Borges tardó en superar a Sergio, después de un gran pase atrás de Luis Alberto, que había pegado una diagonal para cazar el pase entre líneas de Fede Cartabia.
El Celta, irreconocible, estaba demasiado excitado. Fernández Bordalán le perdonó la segunda amarilla a Wass en el minuto 27 por un manotazo a Fernando Navarro; y Luis Alberto abusó del regate cuando Cabral le había dejado en bandeja el 0-2 con un monumental error.
Ahí, quizás, estuvo el derbi, pues acto seguido Nolito, tras un fabuloso pase de Orellana, sacó a relucir su calidad para colocar el balón, con un sutil toque con el interior, lejos del alcance del argentino Germán Lux, que cayó lesionado en la jugada.
Ese gol dio oxígeno al Celta, que se volvió más reconocible. Tuvo el balón y buscó hacer daño desde las bandas.