FÚTBOL. LIGA DE CAMPEONES
El Real Madrid huye del favoritismo
Zinedine Zidane huye de toda confianza en su visita al inexperto Wolfsburgo El técnico exige a sus jugadores la misma mentalidad del Clásico para encarrilar el pase a la sexta semifinal consecutiva.
IGNACIO TYLKO | MADRID
«Si salimos pensando que tras haberle ganado al Barça vamos a superar al Wolfsburgo a medio gas, seguro que sufriremos». Toni Kroos, ganador en 10 de los 12 encuentros jugados ante este rival, anticipó en Bild el mensaje que tanto la cúpula del club blanco como el técnico Zinédine Zidane transmitieron a la plantilla del Real Madrid ante el choque de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones de este miércoles (20.45 horas/beINsport) en el coqueto Volkswagen Arena. Las seis victorias consecutivas firmadas desde el fracaso en el derbi ante el Atlético del Bernabéu (0-1), el 4-0 global en la ronda anterior frente a la Roma, con mejor resultado que juego, y, sobre todo, el triunfo de prestigio en el clásico del sábado en el Camp Nou, han rearmado moralmente a los madridistas. Todos creen ya que la undécima es un reto asumible, no una quimera y que el principal enemigo para no acceder por sexto año consecutivo a semifinales de la gran competición continental son ellos mismos.
Invicto aún este curso Europa, cada vez más equilibrado gracias al músculo y orden táctico que aporta Casemiro, y con Keylor Navas capaz de mantener su portería a cero en sus últimos ocho encuentros de Champions, lo que le acerca al récord de 853 minutos que mantiene el alemán Jens Lehmann con el Arsenal, el Real Madrid es indiscutible favorito. Pero queda prohibido subestimar al inexperto equipo representativo de una fría ciudad de la Baja Sajonia, en el norte de Alemania, y con apenas 120.000 habitantes, que disfruta de su segunda Champions, después de haber caído en la fase de grupos en la campaña 2009/10.
«La palabra favorito es muy peligrosa. Sabemos lo que significa un error en esta competición», avisó ya Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, tras el benévolo sorteo para su club, celebrado el 18 de marzo pasado en Nyon (Suiza).
El Madrid se despojó de los viejos complejos que le atenazaban en sus visitas a la gran locomotora de Europa desde que hace dos años sometió al Bayern de Guardiola en semifinales, con ese histórico 0-4 y sendos dobletes de Sergio Ramos y Cristiano. En los octavos de la pasada edición ante el Schalke, los goles de Ronaldo y Marcelo sellaron la superioridad sobre el equipo en el que militaba JuIian Draxler, gran figura ahora del Wolfsburgo, que pagó por el mediapunta 30 millones el pasado verano.
El central francés Raphaël Varane es le única baja en los merengues. Zidane podría repetir el equipo que dio un golpe de autoridad en el Camp Nou, aunque no hay que descartar una nueva oportunidad para suplentes incómodos, sobre todo para el presidente Florentino Pérez, James, Isco o el lateral Danilo.
Junto a Draxler, en el Wolfsburgo ejercen otros jugadores interesantes como el delantero internacional André Schürrle, feliz por enfrentarse «al gran rival» que se deseaba, o el centrocampista francés Josuha Guilavogui, quien se lo toma «como un derbi» por su pasado en el Atlético.