Cerrar
Publicado por
DESDE MI JUBILEO JESÚS ALAÑÁ
León

Creado:

Actualizado:

P uede que os suene a chino que hable de Felipón (Felipe Recuero). Puede que no le conocíais más allá de esas crónicas de ciclismo de pura raza que de él habéis leído durante muchos años en el Diario de León, seguramente sin fijaros en la firma porque escribía para la Agencia Efe.

Yo sí tuve la suerte de conocerle en persona y de vivir con él muchas de las circunstancias personales que le marcaron. Lloran las bicicletas y chirrían más que nunca las zapatas de sus frenos porque se nos ha ido uno de los tíos grande entre los grandes como persona, además de ser de los que más sabía de ciclismo.

Es injusto que alguien como Felipón se haya marchado a sus 56 años, casi en silencio y sin haber escrito esa última crónica que a todos los periodistas nos gustaría hacer después de vivido tantas alegrías y tantas tristezas ciclistas que es imposible hablar de ellas.

Felipón contó muchas cosas y podría haber contado muchas más. Sin entrar en sus méritos periodísticos, quiero recordarle en aquello que me rompe.

Felipón fue mi maestro, mi amigo, mi compañero, como tantas otras ‘viejas glorias’ del periodismo ciclista y tanta gente de ciclismo que hoy le recuerdan desde el silencio, porque a quienes sentimos de verdad eso de la bicicleta y del periodismo nos importa muy poco que nos reconozcan nuestro trabajo o que nos critiquen por hacerlo con la objetividad y la claridad que debería de ser norma en nuestra profesión...

Felipón fue también mi confidente y, mi familia, la prolongación de esas sus confidencias surgidas de la soledad de tantas etapas, de tantos momentos compartidos en las cenas y en los desayunos nuestros de cada día después de las inhóspitas salas de prensa y del aislamiento de nuestras respectivas habitaciones en esos hoteles en los que tanto pensábamos en los nuestros... Esta vez , sin embargo, lo reconozco. Me has ganado, has sido tú el primero en llegar a la meta y al hotel: no te olvides de poner las vallas para mi última crono ni, sobre todo, de buscarme allá arriba un buen sitio para cenar. Te toca.?

Cargando contenidos...