Dos balas para un campeón de muchos quilates, Sergio González

M. ÁNGEL TRANCA | LA BAÑEZA

Sergio González Vallinas luce como uno de los talentos del motociclismo nacional. Con nueve años el piloto de Santa María del Páramo se está labrando un palmarés sólo al alcance de los elegidos. Sus éxitos en poco más de un año compitiendo no se han hecho esperar y si el pasado año se alzaba con el subcampeonato en Supermotard 65, en el actual el reto no sólo pasa por hacerse con el título en esta categoría sino también en la de MiniGP110. En ambas ya ha demostrado su solvencia para convertirse en el piloto de referencia.

Y para ello junto a su calidad Sergio cuenta con dos ‘balas’ sobre las que cumplir sus objetivos de proclamarse bicampeón. Con el número 45 en cada una de ellas el piloto paramés aprovechaba el periodo entre prueba y prueba para presentar en sociedad a sus dos mejores amigas, las motos con las que pretende dar muchos pasos hacia adelante y acumular méritos para hacerse un sitio en el Nacional en un corto plazo dada su calidad y resultados.

El gimnasio Shotokan de La Bañeza fue uno de los dos escenarios elegidos para hacerlo. Allí, arropado por familiares, amigos y seguidores y su inseparable preparadora Jessi Martínez, Sergio mostraba no sólo las dos motos, también su innumerable cosecha de trofeos. El segundo escenario donde además recibía el homenaje a su corta pero ya exitosa trayectoria era el Sport Bar, otro de sus patrocinadores, nómina que completan entre otros el Ayuntamiento de Santa María del Páramo y Motos Abel. Lista a la que buen seguro deben sumarse otros apoyos para un piloto que apunta a figura del motociclismo español.