El Barça quiere un año histórico...

P. Ríos | barcelona

Cuando se habla cada día desde junio del año del pasado de repetir el triplete y de ser el primer equipo en ganar dos Ligas de Campeones seguidas, todo parece poco cuando cuando alguno de los objetivos no se logra. Ese es el problema del Barça, que tiene dos finales en su mano para lograr el doblete, Liga y Copa, algo que solo ha conseguido seis veces a lo largo de 116 años de historia: 1951-52, 1952-53, 1958-59, 1997-98, 2008-09 y 2014-15. Queda claro que son dos trofeos dignos de ser disputados con todos los sentidos y de ser celebrados a lo grande si se acaban conquistando.

El problema es que los últimos dos dobletes fueron tripletes porque llegaron acompañados de sendas Ligas de Campeones. Y los barcelonistas se acostumbran mal. Unos, los nacidos en el siglo XXI, porque creen que la excelencia viene sola y otros, los más antiguos, porque se dejan llevar por una memoria selectiva que elimina momentos muy oscuros en la historia más o menos reciente del club. Pero por encima de todo, un doblete reflejaría una enorme campaña del Barça en la que ya ha ganado dos títulos: Supercopa de Europa y Mundial de Clubs.

Solamente en la temporada 2009-10, tras Roma, ganó también ambos trofeos, pero entonces sumó también la Supercopa de España y la Liga. Le faltó la Copa. Si ahora añade Liga y Copa, la campaña 2015-16 entraría entre las mejores en más de cien años de vida del club. En la 2011-12, tras Wembley, ganó Supercopa de Europa, Supercopa de España y Mundial de Clubs, pero no pudo sumar la Liga ni la Liga de Campeones y se conformó con la Copa.

El Barça no lo tendrá fácil. Pese a la reacción del Deportivo, rival del Real Madrid en la última, para acabar salvándose el domingo en El Madrigal ante el Villarreal (0-2), ahora parece más enemigo el Granada, que acaba la competición con un subidón enorme, con la permanencia asegurada gracias a un final apoteósico. Con el Atlético ya retirado de esta batalla, Barça y Madrid se jugarán el título en Los Cármenes y Riazor, respectivamente.

El equipo de Luis Enrique, superado su mes lamentable, ha encadenado cuatro victorias sin encajar goles y logrando 21 con la evidencia de haber ido a más. El Deportivo (0-8) y el Sporting (6-0) le crearon muchas ocasiones con el marcador igualado, pero Betis (0-2) y Espanyol (5-0) ya apenas se acercaron a portería gracias al gran trabajo defensivo colectivo. El tridente sigue destrozando récords por delante con 128 goles oficiales, seis más ya que los 122 de la pasada temporada, pero lo que el equipo de Luis Enrique necesitaba era una mayor sobriedad defensiva que parece haber recuperado.

Pase lo que pase en dos finales, una de Liga en Granada, ante un equipo que todavía se juega su permanencia en la Primera División y otra de Copa contra el Sevilla, en las que intervendrán muchos factores, también hay que recordar que el listón del triplete no lo puso la afición, tampoco los medios de comunicación.

No había jugador que no reconociera que ese era el reto e incluso el cuerpo técnico aceptó el desafío. Como todo el mundo en el deporte, antes incluso de que Simeone se apropiara de la frase, siempre se va «partido a partido», pero el Barça fue demasiado sincero en el pasado verano, puede que en otoño e invierno se creyera invencible y ahora, en primavera, se ve obligado a verlo todo desde una nueva óptica: un doblete sería impresionante, pero antes hay que ganarlo.