BALONMANO
«Nuestro próximo reto es volver a la Liga de Campeones»
RAFA GUIJOSA / ENTRENADOR DEL ABANCA ADEMAR
Con el inconformismo por bandera. «Cuando escucho a Wagner me entran ganas de invadir Polonia». La famosa frase de Woody Allen le cuadra a Guijosa. Cuando habla aparece el técnico valiente que es. «Nuestra ilusión es volver a la Champions». «Quiero estar en la Final Four de la Copa EHF». Son sus retos..
Llega puntual a la cita a las puertas del Ayuntamiento de León. «Es una de las ventajas de vivir en el centro. Voy andando a casi todos los sitios y llego enseguida», comenta sonriente. Se le nota satisfecho por haber cumplido los objetivos que se marcó cuando cogió las riendas del banquillo del Abanca Ademar. El equipo leonés ha vuelto a Europa y acabó tercero en la tabla.
—¿Qué nota le pondría a la temporada?
—Deberíamos ponerle un notable alto. Debemos ser exigentes para el sobresaliente, pero un notable alto creo que sí.
—¿Ha sido todo como le habían contado del Ademar o hay cosas que le hayan sorprendido?
—A la afición ya la conocía y me ha sorprendido para mejor porque ya sabía que era entendida y exigente pero ha demostrado una lealtad y un sentimiento hacia el Ademar que yo no conocía. Y eso hace mucho.
—¿Y hay algo en el otro lado de la balanza?
—Sinceramente no me quise dejar llevar mucho por un exceso de ilusión, por las expectativas o por las dudas. Soy una persona que confía mucho en el trabajo diario y sé que con el trabajo y con un equipo de este nivel los objetivos se van a alcanzar. En ese sentido las expectativas las voy cumpliendo cada semana. El día a día me iba marcando.
—En todo caso seguro que ha percibido que se ha vuelto a activarse el resorte de la ilusión...
—Sí (responde rotundo) y es una de las cosas que más orgulloso me tiene. A principio veía a la gente deseosa de que se cumpliesen las expectativas este año. Y esa ilusión ahora la veía reflejada en la cara de la gente el otro día al terminar el partido. Eso me llena de orgullo porque es algo por lo que se me fichó y cuando ves y notas en la calle esa ilusión por volver a ser un equipo grande me llena mucho. Como entrenador más que los triunfos.
—Es como decir ¡Ojo que el Ademar está de vuelta! no?
—Sí, ¡ojo que el Ademar está de vuelta!, ¡ojo que ganar en León es muy difícil!, ¡ojo que vamos para arriba! y ¡ojo que queremos más! Eso es muy bonito.
—Al acabar el último partido y hablar con los jugadores todos apuntaban a subir un escalón más la próxima temporada y pelear por entrar en Champions. Ese inconformismo es una de las señas que quiere a fuego en este equipo ¿verdad?
—Es algo que va en mí. Si tengo jugadores que se conforman y que no van en esta línea chocaríamos. Cuando llegas a un vestuario y tienes que exigir algo en lo que no creen, eso termina mal. No creo en un jefe que exija sino que creo en un jefe que se gane la confianza de sus trabajadores. Si yo no tengo jugadores que crean en mí o que no compartan lo que yo creo no llegaríamos pero tengo la suerte que con lo que hemos fichado y con lo que me encontré aquí vamos en la buena línea. Que el equipo crea en que podamos dar el salto e ir a por el Naturhouse es bueno. Un equipo ambicioso que piensa así es lo que queremos.
—Entonces parece claro que el próximo reto la temporada que viene es pelear por la segunda plaza y volver a meterse en la Champions...
—Tenemos que pensar en dos cosas. Lo primero es que nos hemos ganado estar en Europa, eso lo hemos conseguido y ese estatus no lo podemos bajar a pesar de que equipos como Granollers y Naturhouse se están reforzando muchísimo. La guerra va a ser dura pero nuestra obligación es ser valientes y decir que nuestra obligación es Europa por estatus. Por eso nuestro reto y nuestro sueño tiene que ser la Champions y que el Naturhouse note que tiene un rival directo y una amenaza seria para el segundo puesto y para pelear por títulos. Tenemos que ser una alternativa a los mejores.
—Pinta realmente bien el nuevo proyecto deportivo ¿no?
—Como todos los equipos tenemos nuestras limitaciones presupuestarias pero la directiva tiene los pies en el suelo, sabe sumar y no nos hemos salido de nuestras posibilidades. Dicho esto creo que con lo que tenemos hemos fichado lo mejor. Traer a un central de la talla de Sebas Simonet se debe al proyecto que estamos haciendo y también ha contado el apoyo de sus compañeros en la selección como Fede Vieyra y Carou. Pudimos convencerle a pesar de que tenía ofertas muy superiores a la nuestra.
—Hablando de los tres nuevos fichajes, qué cree que van a aportar cada uno al equipo. Empecemos por Simonet.
—Sebas Simonet es un líder en el centro, algo que nos faltaba. Sebas es un jugador rocoso, fuerte, rompedefensas pero no es un gran goleador. En todo caso yo no quiero un central goleador, lo que quiero es alguien que me mueva el equipo, que le haga jugar y sobre todo que me de confianza y liderazgo en el campo y ese punto de experiencia y control es lo que espero de él. Su llegada además beneficiará el juego de Rodrigo y de Acacio.
—Alex Costoya
—Pegada y lanzamiento exterior. Es el más nato de los laterales izquierdos. Cubrir la baja de Mikel es difícil pero junto con Leo y Juanjo nos tiene que dar un lateral izquierdo terrible.
—David Fernández
—Es una perla, un diamente en bruto. Necesita tiempo para cubrir minutos de calidad en un equipo ambicioso como es el Ademar. Espero que nos dé minutos de sumar y de calidad para Fede, que no pudimos darle descanso este año. Tiene mucha calidad y mucho balonmano, espero que crezca rápido porque el ritmo de este equipo es máximo y si no te adaptas te quedas atrás. Denis Tot por ejemplo no se adaptó a ese ritmo en ningún momento y el Ademar necesita rendimiento inmediato.
—¿Le dolió que Carrillo anunciase que dejaba el equipo?
—Sí, porque mi idea de equipo se basaba en buena medida en él. Por edad y por trayectoria está ya preparado para estar en la selección. Es un jugador de nivel que está entrando en el mundo top y lo veía como el canterano que iba a triunfar en el Adema. Me afectó personalmente el hecho de que decidiera irse porque creía que el salto lo podía dar aquí y si tuviese que dar el salto que fuese para un equipazo como el Barça o el Kielce. Es mi opinión pero entiendo y respeto su decisión. Me hubiese gustado trabajar más con él porque he visto su evolución y creo que su rendimiento podía ser aún mejor.
—¿Cree que acabará en la selección y que volverá a León?
—Estoy convencido y te digo una cosa de corazón: me gustaría estar aquí de entrenador el día de su regreso al Ademar porque ese día el equipo va a ser mucho más grande de lo que es. Volverá a León aunque ahora ha decidido abrir otra etapa. Solo espero que sea cuestión de poco tiempo y que el ademarismo le espere porque Carrillo tiene que dar todavía mucho al Ademar.
—Pero ahí tiene a un seguro como Juanín y a otro talento de la cantera como Jaime...
—(Sonríe) Esa es la otra parte. Quizá estoy más tranquilo porque tengo la garantía de Juanín y a Jaime, que es otro diamante en bruto. Tiene carácter, personalidad y espíritu competitivo. Es ADN Ademar puro y está preparado para rendir ya. Espero mucho y bueno de él.
—El año que viene en Europa se jugará en la Copa EHF. ¿Se puede soñar con algo grande?
—Me habéis preguntado ya como es el sistema de competición, las primeras eliminatorias... es que no lo sé. Lo único que sé es que hay una Final Four y yo quiero estar allí. Y ya está. Ese es nuestro objetivo y el reto que voy a meter al equipo. Sé que está el Kolding que es un equipazo, que hay equipos de Alemania y Francia que nos triplican en presupuesto pero me da igual. Yo quiero estar en la Final Four. León debe volver a ser una cancha temible en Europa.
—La última... Sé que le gusta el rock duro. Elija una canción como banda sonora de su primera temporada.
—(Piensa unos segundos) Heroes are hard to find de Twisted Sister, una banda americana potente. La canción dice algo así como que los héroes son difíciles de encontrar pero que ellos pueden cambiar el mundo.